Edgar Florencio Montúfar Noriega | Política y sociedad / IDEAS AL AGUA
Existían grandes expectativas sobre el discurso que el presidente Jimmy Morales presentaría ante la Asamblea de las Naciones Unidas el pasado 25 de septiembre. Y las expectativas fueron alcanzadas o superadas, tanto para quienes se temían lo peor como para quienes lo peor era lo que se debía de decir.
Si bien el discurso es un acto protocolario, existe una serie de reuniones donde se definen realmente posiciones y acciones. Esto no es público, pero se irá vislumbrando en Guatemala con las acciones que ahora tomará el presidente y como la clase política se comportará.
En estos primeros días después del discurso se observan algunos cambios, principalmente acciones enfocadas en atender problemas de la población guatemalteca. La inauguración de los no tan nuevos comedores subsidiados es un ejemplo de las nuevas acciones, a las cuales se tratará de enfatizar.
La política social requiere recursos, monitoreo y fiscalización, y principalmente capacidad de ejecución. Pero lo que se ve más próximo es pelear por lo recursos. En ese sentido, la aprobación del presupuesto general por parte del Congreso consumirá buena parte de los esfuerzos. Con un Congreso que está fragmentado y tiene un antejuicio como mecanismo de presión.
Esta pequeña descripción podría dar la idea de que la lucha contra la impunidad ha terminado. Pero no, lo que existe es tiempo, para que la clase política demuestre lo que promulga: que puede atender la problemática de millones de guatemaltecos sin los recursos y apoyos de otros países, especialmente para evitar la migración hacia Estados Unidos.
Tocará esperar para observar si el discurso nacionalista, que tanto han aplaudido, es más pesado que las mentiras.
Edgar Florencio Montúfar Noriega

Hijo, padre, esposo, hermano, sociólogo y pecador creyente que vuelve a pecar
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