De las campañas #YoTambien, #MeToo o #DelataralCerdo a la «defensa de la libertad a importunar»: polarizando y minimizando el verdadero debate feminista

-Carla Sandoval Carrillo / UBUNTU O NUESTRA HUMANIDAD COMPARTIDA

Después de que mujeres artistas de Hollywood lanzaran la campaña #MeToo, denunciando el acoso sexual y violencia de género que la mayoría de ellas han vivido por parte de directores y otros hombres de poder en esa industria del cine, la campaña llegó a Europa hace unos meses, donde también ha logrado levantar mucho polvo en cuanto a la problemática del acoso sexual y las violencias de género. En Francia, la campaña fue retomada también bajo el #DelataralCerdo y allí, como aquí en Bélgica, varios personajes públicos han tenido que dejar sus puestos por haber tenido actitudes y propósitos sexistas.

Pero hace unas semanas, en Francia, 100 mujeres con cierta trayectoria artística, publicaron una carta en el periódico de renombre Le Monde intitulada «Defendemos la libertad de importunar, indispensable a la libertad sexual». Esta publicación ha provocado una ola de indignación en los medios feministas y progresistas, ya que en ella dicen que la campaña #MeToo es una campaña feminista que promueve el odio hacia los hombres y la sexualidad…

A mí, en lo personal, como feminista y como mujer que como tantas más ha vivido en carne propia el acoso sexual en sus tantas variaciones, me alegra que al fin haya llegado a la esfera pública este tema que hasta ahora ha sido acallado y sigue siendo un calvario para millones de mujeres en el mundo entero. Los manoseos, los «piropos» inapropiados y pesados, pasando por acoso sexual en cualquier esfera y llegando a las violaciones y femicidios, son algunas de las realidades que 3/4 (y a veces hasta más, según lo que tomen en cuenta las estadísticas) de las mujeres de todas clase social confundida en el mundo entero han tenido que vivir. La campaña #MeToo, en todas sus versiones en distintos países, ha tenido en mi opinión el mérito de poner en la agenda política y social una de las consecuencias más enfermizas y desastrosas del patriarcado. El hecho que se quiera minimizar, desprestigiar y menospreciar esta campaña, tanto por parte de hombres como mujeres, con argumentos tan imbéciles como el que «se puede llegar a tener un orgasmo cuando se es violada» (argumento de Brigitte Lahaie en una entrevista que dio después de haber redactado y firmado dicha carta) o que esta campaña pretende restringir la libertad sexual «porque el coquetear aunque sea pesado se tiene que poder permitir» me parece tan bajo y estúpido que ni vale la pena ya tratar de contra argumentar. Si una persona (hombre o mujer) no sabe la diferencia entre acoso (que siempre es una violencia) y el arte de seducir o de cortejar a una persona con respeto y cortesía, simplemente no vale la pena. El hecho de que en las sociedades patriarcales, los hombres sigan siendo formateados para ver a las mujeres como objetos sexuales y se arrojen el derecho de acosar y de violentar a las mujeres en total impunidad, es algo que toda sociedad debe combatir. Estas campañas, lanzadas en los medios sociales por mujeres de cierto medio social y económico (artistas, modelos, escritoras, actrices, deportistas y políticas …) han logrado denunciar las violencias que ellas han vivido. ¡Las voces de las otras millones de mujeres más, viviendo a diario estas violencias y acosos aún deben ser escuchadas!

Un artículo escrito por Gabriela Wiener en el New York Times me parece una opinión con argumentos muy válidos. Para quienes lo quieran leer, aquí les va el enlace: Yo te acoso, «moi non plus».


Imagen principal tomada de Yourstory.

Carla Sandoval Carrillo

Soy una Guatemalteca que no es de aquí ni de allá. Politóloga formada en Bélgica donde resido actualmente. Feminista convencida y con ganas de aportar a los debates fundamentales que contribuyen a garantizar el Estado de derecho, los Derechos Humanos y a agudizar el espíritu crítico tan necesario en estos tiempos actuales.

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