-Carla Sandoval Carrillo / UBUNTU O NUESTRA HUMANIDAD COMPARTIDA–
Del 25 al 26 de octubre 2017, la Universidad de Lovaina en Bélgica organizó el 6to Seminario Internacional sobre Justicia Transicional. El tema central era la importancia de la memoria y los procesos memoriales, siendo el título del Seminario: “Memoria y justicia transicional: del ‘deber de la memoria’ a memorias pluralistas”.
Había alrededor de la mesa unas 40 personas, académicos sobre todo, pero también personas de campo. Entre ellos, el padre Ricardo Falla, quien viajó a Bélgica para participar en este evento y también para recibir el Premio Quetzal, el cual es otorgado por una organización Belga de solidaridad a personas que luchan por los Derechos Humanos en Guatemala.Fue interesante poder compartir entre académicos y personas de campo, ya que existen pocos espacios donde estos dos mundos logran intercambiar ideas y experiencias. Es en estos espacios que nos damos cuenta de lo importante de poder dialogar y conocer lo que los unos y los otros hacen, y de cómo la teoría y la praxis están interrelacionadas y son complementarias. Desgraciadamente, son escasos estos espacios así que fue de aprovechar el momento.
La memoria forma parte integral de uno de los pilares de la justicia transicional, en específico del pilar del derecho a la reparación, los otros tres siendo: el derecho a saber, a la justicia y las garantías de no recurrencia.
Los grandes debates alrededor de la memoria en países donde han ocurrido crímenes de masa y de genocidio, como es el caso de Guatemala, son, entre otros, los siguientes:
-
¿La memoria de quiénes se debe conmemorar?
-
¿Cómo realizar procesos inclusivos de conmemoración?
-
¿Cómo y cuándo es pertinente emprender iniciativas memoriales?
No existen respuestas simples a estas preguntas y los debates que se formaron durante el Seminario fueron interesantes.
La organización para la cual yo trabajo, RCN Justice et Démocratie, es una ONG belga activa en la temática de justicia transicional en Ruanda, Burundi y el Congo. En este Seminario me tocó exponer justamente sobre los problemas y los retos de iniciativas memoriales en países donde se han cometido crímenes de masa y de genocidio.
En grandes líneas, mi exposición se centró en 4 grandes temáticas:
-
La pluralidad de voces y de narrativas: la importancia de realizar y coconstruir con todos los actores de sociedad (sobre todo las personas social y culturalmente excluidas como las mujeres, los jóvenes, los ancianos, etcétera) las iniciativas de memoria (pluralidad de voces) y la inclusión de las distintas narrativas que a veces pueden ser conflictivas pues existen varias narrativas: la personal, la familiar, la comunitaria, la nacional, la internacional y la transnacional, cada una con su propia lógica, su propia interpretación del pasado y su propio tiempo. ¿Cómo, entonces, realizar procesos memoriales donde se logran incluir todas estas voces y narrativas? ¿Qué hacer cuando estas entran en conflicto o son contestadas? Sobre todo: ¿cómo prevenir caer en la trampa del relativismo histórico y moral?
Realizar procesos inclusivos, de largo plazo y con un enfoque crítico y ético hacia las distintas memorias es el gran reto a estas preguntas, para lograr construir una narrativa común y lograr la aceptación de esta pluralidad de memorias. -
El tiempo
-
Las distintas memorias tienen distintos tiempos: la memoria individual se mide en generaciones, la memoria institucional es de corto plazo, ya que corresponde a realidades políticas, y la memoria societal es de nuevo una de largo plazo, ya que pretende reconstruir el tejido social el cual es destruido durante los conflictos armados.
-
La memoria traumática y la pluralidad de silencios: esta memoria no es lineal sino circular. No existe un corte claro con el pasado traumático. Las expectativas y las narrativas comunes están destrozadas y esto puede llevar a que la memoria individual e íntima tenga más importancia. El reto aquí es de respetar estos silencios voluntarios, pero también de iniciar procesos de empoderamiento de los silencios no voluntarios. Por ejemplo lo de las mujeres indígenas de Zepur Zarco en Guatemala, quienes después de décadas de silencio lo lograron romper habiendo realizado un proceso largo de empoderamiento colectivo y lograron hacer condenar en un juicio histórico a dos militares guatemaltecos por crímenes contra la humanidad.
-
El diálogo: la gran importancia de iniciar procesos de diálogo y debate y hacerlo a través de procesos inclusivos, innovadores y creativos. El arte en cualquier forma es una buena estrategia para lograr este proceso.
-
Las distintas responsabilidades: la responsabilidad de la población en conflicto, de las autoridades nacionales e internacionales, de las futuras generaciones y la responsabilidad en nombre de nuestra humanidad compartida.
Al final del Seminario, el padre Ricardo Falla tomó la palabra para presentar los libros que él ha escrito sobre el conflicto armado interno en Guatemala y luego dijo: “ya que tratamos aquí la temática de la memoria, yo les traje algo de mi país”, para enseguida sacar de su bolsa una bolsita típica de la cual extrajo una cajita en metal. La abrió y explicó que ahí había tres osamentas humanas, pequeños pedazos de huesos que él había recogido durante una exhumacióna la que él había asistido en uno de los cientos cementerios clandestinos que existen en Guatemala. Luego pasó la cajita y yo miraba cómo las personas reaccionaban a este “recuerdo”: algunos con asco, otros con asombro, otros más con incredulidad…
El mundo académico que se ve confrontando con la dura realidad: huesos de personas asesinadas durante un conflicto armado y un genocidio planificado, los cuales nos hacen recordar que está bueno teorizar sobre estas realidades y procesos, pero que en verdad, mientras que en países como Guatemala las condiciones de las grandes injusticias sociales, económicas y políticas no se resuelvan y se logren procesos de justicia transformativa más que transicional, muchos más huesos humanos seguirán siendo sepultados en toda impunidad y sin ninguna justicia.
Carla Sandoval Carrillo

Soy una Guatemalteca que no es de aquí ni de allá. Politóloga formada en Bélgica donde resido actualmente. Feminista convencida y con ganas de aportar a los debates fundamentales que contribuyen a garantizar el Estado de derecho, los Derechos Humanos y a agudizar el espíritu crítico tan necesario en estos tiempos actuales.
0 Commentarios
Dejar un comentario