Guatemala es un país eminentemente agrícola. Corrección, es un país eminentemente forestal.
Sus suelos están formados para desarrollar bosques y santuarios de especies endémicas tanto de flora como fauna.
Un bosque es un ecosistema compuesto de vegetación, predominantemente árboles, arbustos matas, helechos, cobertura superficial del suelo, entre otros.
Un bosque se caracteriza por tener siete niveles de vegetación o siete pisos -cuando es completo-, lo que hace crecer la variedad de especies, además cuando cae la lluvia no golpea bruscamente el suelo, evitando así la erosión y permitiendo la conservación y desarrollo del mismo. Además se desarrollan otras especies para que el ecosistema sea completo.
Algunas consideraciones para reconocer el tipo de bosque:
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Bosque de frondosas o bosque de hoja ancha, como las selvas, son los bosques dominados por angiospermas y que son más ricos de especies que aquellos dominados por las coníferas.
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Bosque de coníferas o bosque de hoja acicular, son aquellos dominados por gimnospermas.
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Bosque mixto, donde hay equilibrio entre ambos tipos de árboles, por ejemplo, en los bosques de coníferas con zonas de abedules y álamos temblones de las latitudes boreales, que tienen muy pocas especies.
La destrucción de los bosques en Guatemala ha sido una catástrofe de grandes magnitudes. Nuestro país se caracterizó por ser uno de los generadores de oxígeno para la humanidad. Más de la mitad del territorio fue zona boscosa, la cual, con la llegada de nuevas formas de producción fue agotándose paulatinamente.
Vemos que la caña de azúcar (como el algodón en su época), la palma africana, la minería, las hidroeléctricas, la ganadería, entre otras, han ganado terreno para decirlo textualmente y han contribuido a la desaparición de especies propias de un bosque o destruyéndolo completamente. Esto se refleja en la pérdida anual de 132 137 hectáreas de bosque en el territorio nacional (cálculos de INAB, Conap y otras instancias en el 2013).
Quiero hacer la relación entre la parte boscosa que se está perdiendo debido a las empresas que lo destruyen sin tomar en cuenta las necesidades de las comunidades y el fenómeno de la corrupción en torno a este tema.
Podemos agregar otro daño más que es a nivel catastrófico, están utilizando químicos contra plagas que dañan la flor de la caña y destruyen los azucares necesarios para que las abejas logren realizar su tarea de polinización y elaboración de miel, lo que hace desaparecer cada vez más las colonias de abejas. Al desaparecer las abejas, no se lleva a cabo la polinización de muchas especies, provocando un desequilibrio ecológico. Los más pesimistas opinan que también provocará la desaparición del ser humano.
Los responsables de esta destrucción al ambiente son directamente las empresas que se dedican a la explotación de las prácticas mencionadas anteriormente.
El caso de los azucareros es muy específico, tanto en daño al ambiente como en la corrupción existente en el país. Ellos son los responsables de arrasar con todos los bosques para uso primero del algodón y luego de la caña, con lo que agotaron el manto freático de la Costa Sur. Como no hubo una planificación sustentable del uso del recurso agua, luego empezaron con el desvío de ríos para riego de sus cañaverales. Pero además de estos daños, también han influido en la política nacional, apoyando gobiernos corruptos y, ahora demostrado por el MP y la Cigig, participando en esta corrupción. Ese es el caso del magnate del azúcar y dueño de uno de los proyectos de bienes inmuebles más grandes de la ciudad capital, quien, conjuntamente con otras dos personas, es acusado de obtener Q 19 millones por gestiones ilícitas.
Es aquí cuando nos damos cuenta de la relación productores – corrupción; lo que quiere decir que por años los sectores económicamente poderosos se han aprovechado de las leyes, que dicho sea de paso están hechas a su beneficio, para explotar tanto a la naturaleza como a la fuerza laboral que allí se encuentra, obteniendo mejores ingresos, que no son los que el país necesita sino únicamente sus bolsillos, retorciendo las leyes para su beneficio y ocupando o poniendo en lugares claves del Estado a personas que defiendan sus intereses.
Además de tener los ingresos antes mencionados, aprovechaban para cobrar el crédito fiscal que es una devolución de lo pagado por el IVA, lo cual se traduce en un negocio redondo en todas sus dimensiones. Este crédito fiscal es el dinero recaudado para que el Estado invierta en servicios para el pueblo, en materia de salud, educación, desarrollo, etcétera.
Bajo este panorama, la clase económicamente poderosa no tiene un programa específico de desarrollo ni siquiera capitalista, ni aplica políticas sustentables en el país.
A medida que los bosques se destruyen, destruimos también nuestro futuro. Considero que es necesario contar con fuentes de producción agrícola y forestal que respeten tanto a la naturaleza como al trabajador, ya que la quese realiza es una explotación doble.
Nos damos cuenta de que el problema estriba en la falta de planificación y de un programa de nación que responda a las necesidades de mantener un ecosistema estable y sustentable. Si los gobiernos no toman en cuenta este factor, quedaremos destruidos totalmente por la falta de bosques que sean nuestros pulmones para una vida mejor.
Es lamentable que no exista ningún partido político que tome este factor como esencial para poder salvar nuestra existencia.
La parte ambiental va ligada a la política, es aquí donde vemos que la corrupción llega a estos sectores, sin embargo como no son de dominio público, no se le pone mucha atención. Pero es importante tener una educación ambiental en cada escuela, trabajo y sociedad en general, para estar conscientes del problema y exigir a los políticos de turno que planteen una política ambiental efectiva y que los casos de daños al ambiente y corrupción ambiental sean sometidos a las leyes respectivas.
Es imposible seguir en esta cuenta regresiva de destrucción de bosques; los bosques son renovables, por lo que tenemos que esperar una espiral de crecimiento para salvaguardarlos.
Imagen principal tomada de Ajuntament de Burjassot.
Roberto Ganddini

Actualmente trabajo en la Universidad de San Carlos donde soy el Director Administrativo del Centro Universitario Metropolitano (CUM). De formación Agrónomo y con estudios en administración y Economía. Así como un diplomado de Desarrollo sostenible y prevención de desastres (FLACSO). Dentro de los diversas actividades escribo para el periódico de la Universidad de San Carlos especialmente sobre problemas de medio ambiente. Pero también de carácter social y coyuntura actual. Así como problemática interna de la USAC.
Un Commentario
Pienso que en el caso de los cañeros usan los neo-necs, como se refieren cortamente a los neonicotinoides, los cuales estan prohibidos temporalmente en Europa, por el efecto que tienen sobre la industria apicola, y sobre algunas especies de pajaros de pequeña talla, si nos quedamos sin abejas, ni pajaros (los murcielagos estan tambien siendo afectados por la tala de los arboles en los que descansan de dia)….quien hara la polinizacion por nosotros…?
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