Edgar Florencio Montúfar Noriega | Política y sociedad / IDEAS AL AGUA
Un espacio democrático se caracteriza por la capacidad de convivir en la diversidad. Diferentes pueblos, idiomas, religiones, creencias, etcétera, enriquecen la diversidad humana y hacen más desafiante la convivencia democrática, especialmente en aquellas sociedades que se caracterizan por tener una personalidad autoritaria.
Los actores autoritarios se sienten más cómodos en un contexto polarizado, ya que les permite evadir fácilmente el diálogo y utilizar un discurso maniqueísta, donde identifican lo «bueno» y lo «malo».
La clase política guatemalteca está conformada, en su mayoría, por personas autoritarias que prefieren trabajar la polarización, son muy pocas las personas que están dispuestas a entrar a un proceso de diálogo y debate donde se construyan propuesta que fortalezcan la democracia. Para muchos, el diálogo es un desgaste, pero principalmente porque en el diálogo es necesario argumentar y reflexionar desde una perspectiva incluyente, pero los autoritarios son incapaces de eso.
Desafortunadamente la mayoría de la población guatemalteca no tiene las condiciones para entrar en los debates, darle seguimiento o asumir una postura en ellos, por lo cual queda excluida de esos procesos, lo que propicia condiciones para las posiciones autoritarias.
Quienes participan en la discusión, desde la oposición, pueden asumir la postura de mantenerse en la necesidad de argumentar o entregarse de lleno a la polarización y gritar consignas. Asumir la segunda requiere menos esfuerzos, rechazar cualquier propuesta sin reflexionarla, incluso sin tomar en cuenta el desgaste político que se tendrá.
En cambio, asumir la postura del diálogo y la discusión implica identificar los interlocutores, leerlos o escucharlos, discutir con ellos los temas y buscar puntos de coincidencia para construir acuerdos. Pero, principalmente, identificar los temas en los que se quiere discutir y no caer en provocaciones o temas desgastantes que no tienen sentido para el proyecto al que se apunta. No hacer esto hace que seguiremos alimentando el autoritarismo en la clase política.
Edgar Florencio Montúfar Noriega

Hijo, padre, esposo, hermano, sociólogo y pecador creyente que vuelve a pecar
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