Rodrigo Pérez Nieves | Política y sociedad / PIEDRA DE TROPIEZO
Es la hora de salir a las calles a decir no, de recorrer las calles hombro con hombro, mano con mano, corazón con corazón latiendo como astros inextinguibles en esta noche que parece no tener fin.
Platicábamos con un grupo de amigos sobre diferentes tópicos, y por más que tratamos de evadir el tema de la situación manipulada del país, fue imposible no caer en él. Hablamos de los «valores» familiares, religiosos, cívicos. Cuando hablamos de patria uno de ellos dijo: «Cuando teníamos patria», inmediatamente cuestioné: «¿Teníamos patria?» Y, contestando a la vez, dije, «patria tenemos, a pesar de nosotros mismos, patria es mi madre, es la madre de tu padre y la tuya propia, es hoy, mañana y siempre, es pasado, es presente y es futuro. Patria todavía tenemos, lo que no tenemos es vergüenza. Hemos ido predicando la dignidad escudándonos en el temor a las represiones, en cualquiera de sus manifestaciones».
Siempre, no es nuevo, hemos vivido en la cultura del terror; se nos educa para tener miedo y ahí encontramos la forma más cómoda para evadir nuestras responsabilidades como ciudadanos, como guatemaltecos. Criticamos en las redes, a todas horas, a aquellos que han mancillado y saqueado nuestra patria, a los que lo siguen haciendo, pero siempre a trasmano, cuando los tenemos enfrente los «chaqueteamos» y hasta andamos buscando estar junto a ellos, orgullosos de que se dignen tomarnos en consideración… esa es la realidad.
Opiniones audaces externan algunos, valientes otros, pero el compromiso, el verdadero compromiso nadie lo asume, ni los intelectuales, ni los mediocres ni los ignorantes… nadie. Y seguimos viendo las máscaras en los mismos rostros, no quisiera decir con sus muy contadas excepciones, porque todos se acomodan ahí, los mismos que siempre están ofreciéndonos esperanzas, y nosotros, aferrándonos a ellas, a sabiendas de que solo el compromiso con el que actuemos dará la salida a nuestro país.
En los momentos actuales, los ciudadanos somos los únicos perdedores, ya es hora que recuperemos el mando de nuestras vidas. Es la hora de quebrar las alas del avestruz que todos llevamos dentro, de abandonar los ateneos para que los pedantes puedan escucharse a sí mismos, de señalar con el verbo a los herederos directos de Pilatos. Es la hora exacta en todos los relojes de la conciencia (sic).
Nos faltan estampillas para completar el álbum que empezamos a coleccionar en la adolescencia, y ellos tienen muchas repetidas. ¿Qué esperamos?
Imagen tomada de Narrativa y ensayos guatemaltecos.
Rodrigo Pérez Nieves

Ingeniero graduado en Alemania, columnista durante 12 años en el periódico El Quetzalteco, con la columna Piedra de tropiezo. Colaborador con los grupos culturales de Quetzaltenango y Coatepeque. Catedrático en la URL en la carrera de Ingeniería Industrial, sede Quetzaltenango. Libros escritos: Pathos entrópico (poesía y prosa), Cantinas, nostalgias de un pasado y el libro de texto universitario Procesos de Manufactura.
3 Commentarios
te admiro a ti y a tu criterio, creo que eres un referente del que nos podemos enorgullecer en Guatemala.
Coincido totalmente con ese pensamiento Rodrigo, de lo contrario continuaremos con la cultura del acomodamiento que nos convierte en serviles de los politiqueros del momento. Pero los que dieron sus vidas por nuestras causas sociales ya se fueron ó los fueron, los que de verdad tenían conciencia por lo que lucharon y se expusieron por una causa justa han quedado en el olvido y que para mí son los verdaderos mártires y ya no hay quienes enarbolen con verdadero liderazgo estas manifestaciones y ya no pasamos de la protesta a la acción por ese mismo acomodamiento en unos casos y falta de confianza en los otros porque ya no creemos ni en los que protestan.
Buen aporte, gracias
Gracias por tu comentario QH¡
Dejar un comentario