¡Cuando l@s jóvenes toman conciencia… pueden cambiar el planeta!

Carla Sandoval Carrillo | Política y sociedad / UBUNTU O NUESTRA HUMANIDAD COMPARTIDA

Dos chicas están tomando las riendas en Europa en cuanto a la lucha contra el cambio climático. La de izquierda tiene 17 años, se llama Anuna y es de Bélgica, la de la derecha se llama Greta, tiene 16 años y es de Suecia. Juntas son el símbolo de la toma de conciencia de miles de jóvenes en Europa de lo que está pasando a nivel planetario con el clima y con el planeta en general.

En Bélgica, desde enero 2019, cada jueves, los jóvenes salen a las calles para protestar contra las actitudes hipócritas y pasivas de los políticos en cuanto al cambio climático y las pocas acciones concretas y reales que han realizado hasta ahora para ir en contra del calentamiento global, el uso de combustibles fósiles y emisiones de dióxido de carbono.

Anuna, junto con otras cuantas chicas de su colegio, organizaron en Facebook el evento Youth for climate, y han logrado reunir para cada protesta miles de jóvenes que han venido marchando cada jueves para demandar políticas más ambiciosas y planes de acción concretos para ir en contra del cambio climático.

Fotografías por Carla Sandoval.

El jueves 14 de febrero de 2019 fui a verlos marchar en el centro de Bruselas, eran más de 15 000 mil jóvenes gritando y clamando por acciones concretas para cambiar ni más ni menos que el rumbo del planeta. Porque, como bien dice el cartel del joven en la foto: «Marte no es una alternativa, así que quedémonos aquí». Pero ese «aquí», ese mundo que las generaciones pasadas les estamos dejando a estos jóvenes, no es un lugar bonito. Es un lugar donde el humano está destruyendo a pasos gigantes el medio ambiente, con todo y su flora y fauna. Es un lugar que ya está viendo de manera drástica los cambios climáticos y sus desastrosas consecuencias. Los expertos climáticos que acompañaban a estos jóvenes dicen que dentro de 11 años habremos alcanzado el punto de no retorno del cambio climático, ya que el planeta se seguirá calentado, sea lo que sea que hagamos, por los procesos que ya están actuando ahora sobre la Tierra por causa del ser humano.

Me impresionó verlos y escucharlos. Había chicas y chicos de todas las edades. Es una generación que tiene acceso a la información, mucha información. Han ido tomando conciencia de lo que ocurre a nivel planetario y se dan cuenta de que les estamos dejando ese mundo no tan bonito. Un mundo donde ellos tendrán que pagar el precio de lo que seguimos llamando «el progreso humano». Lo que el autor israelí Yuval Noah Harari describe en su libro Homo Deus: una breve historia del futuro es cierto, el ser humano se va creyendo cada vez más dios y se permite, en nombre de la «tecnología y el progreso», intervenir, cambiar y transgredir todas las leyes de la naturaleza, con poca ética y sin medir las consecuencias, para asegurar su propia «inmortalidad», destruyendo en el paso todo lo que le rodea, como los recursos naturales y el medio ambiente.

La ministra de Educación de Bélgica, así como varios políticos de derecha, han condenado estas marchas, argumentando que estos jóvenes harían mejor yendo al colegio para estudiar y asegurar su futuro. Es ahí donde uno se da cuenta de lo lejos que están de la realidad estas personas que están en el poder para supuestamente representar y velar por el pueblo. Más bien, representan los intereses de las grandes empresas transnacionales, primeras responsables de la destrucción del planeta.

A eso, estas chicas han respondido de manera contundente y clara. El 21 de febrero tomaron la palabra frente al Comité Económico y Social Europeo, donde la joven sueca dijo en palabras claras: «Nosotras no asistimos a clases para luchar por el clima porque hemos hecho nuestro deber. Ellos (los políticos) saben que no han hecho los suyos». Sigue diciendo, «y, ¿por qué debería estar estudiando para un futuro que tal vez ya no existirá, cuando nadie está haciendo algo para asegurar el futuro?». Para terminar con: «Hemos empezado a reparar los daños que han hecho. Y no pararemos hasta no terminar de hacerlo».

Me estremece el corazón cuando oigo a esas chicas. Cuando oigo mis propias hijas decir que talvez no tendrán hij@s porque para qué traerlos a un mundo como este. Estamos lejos, pues, de las generaciones que creían en el «progreso», en la «tecnología», en la «modernidad», en el «desarrollo»…

En Bélgica habrá elecciones nacionales en mayo de este año. Varios partidos políticos han cambiado ya sus planes de gobierno, varios en forma oportunista, retomando la causa del medio ambiente y del cambio climático. El 15 de marzo se está llamando a un paro nacional para combatir el cambio climático, a ver cuántas personas se tomarán el tiempo para ir. No es que eso vaya a solucionar algo, pero es un inicio para ir responsabilizando a los que toman las decisiones en los altos niveles.

Todos y todas tenemos que contribuir. Eso está seguro. Cada uno de nosotros, seres humanos, somos responsables de la huella ecológica que estamos dejando a diario y a lo largo de nuestra vida. Y luego, esto tendrá que hacerse a todos los niveles y en todos los países. Y todo esto en 11 años. Va a ser la carrera contra el reloj más importante de la historia de la humanidad.

Yo iré, junto con mis chic@s, al paro del 15 de marzo. Ya no como carne desde hace varios años. Me deshice del carro que tenía. Trato de ya no utilizar bolsas plásticas. Trato de ya no comprar por comprar, sino solo lo que es necesario. Trato y trato y trato. Pero sé que vivo en una sociedad y una vida que hace muy difícil ser coherente para disminuir en forma eficiente y real mi huella ecológica. Y me deprime y entristece, porque tengo la sensación de que esta carrera contra el reloj, no la vamos a ganar.


Fotografías principales Anuna de Wever, tomada de DH, y Greta Thunberg, tomada de YouTube.

Carla Sandoval Carrillo

Soy una Guatemalteca que no es de aquí ni de allá. Politóloga formada en Bélgica donde resido actualmente. Feminista convencida y con ganas de aportar a los debates fundamentales que contribuyen a garantizar el Estado de derecho, los Derechos Humanos y a agudizar el espíritu crítico tan necesario en estos tiempos actuales.

UBUNTU o nuestra humanidad compartida

Correo: carlasandoval@yahoo.com

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