Crítica a los Óscar por un cinéfilo cualquiera

-Jiménez Suchité / VOZ EN OFF

«¿Pero de verdad pensás que esos premios son otra cosa que 90 % mercadeo, 5 % política que conviene y 5 % palmaditas en la espalda entre cuates? Una lica es soberbia aunque no la premien…» Eso me comentaba Juan Pensamiento en Facebook el domingo después de la entrega de los Óscar, pues yo estaba haciendo mi justificado berrinche porque la Academia decidió darle el Óscar a mejor película a The Shape of Water y no a Tres anuncios en las afueras, que para mí y para muchos más en el mundo, lo merecía sobradamente por encima de cualquier otra película de la categoría.

A mí me gusta ver la premiación cada año, la espero con ansias porque sé que congrega a las actrices y actores más sobresalientes del mundo y porque las obras nominadas son sin duda de la más alta calidad, a pesar de que queden muchas fuera por el formato de selección. Pero Juan tiene razón, y yo tengo muy claro cómo se mueven las aguas por ahí; no soy un inocente al respecto. Los Óscar se venden como la premiación a lo mejor del cine, pero ¿qué es lo mejor? Claro que hay parámetros para medir la calidad de una obra y hay que tener madurez para aceptar que no siempre lo que más nos gusta es precisamente lo mejor. Yo puedo ser fanático de la saga Rápidos y furiosos y dormirme viendo La lista de Schindler, pero no debería tener problemas en entender que la calidad e importancia de la obra de Spielberg es inmensamente superior a la otra. El problema con los Óscar y su falta de credibilidad es la alta politización que ha tenido en varios momentos de sus 90 años de historia, desde hace un par de años parece que se inclina por subirse al tren de la corrección política y lavarse los pecados premiando obras que tratan la discriminación y la inclusión social.

Esta vez quedé totalmente decepcionado porque no le dieron el premio de mejor película a la mejor, sino a la más popular. Esto no se trata simplemente de que no ganara mi favorita, de hecho, casi ningún año sucede así y no hay problema: ni me importa. Este año mi película favorita fue Blade Runner 2049 y ni nominada estaba. El problema es que ha sido descarado. The Shape of Water me ha gustado mucho y me alegra el Óscar a mejor director para Guillermo del Toro. Es una hermosa analogía que no hay que rebuscar en una trama compleja, salta a la vista desde el principio y se disfruta bastante; esta es la clave para su popularidad mundial en todos los públicos. Sin embargo, a pesar de su mensaje inclusivo, no era la mejor película de la categoría, simplemente no puede estar por encima del intenso viaje emocional en el que nos sumerge Tres anuncios en las afueras, no puede estar por encima de la elegancia y estructura psicológica de Phantom Thread o por encima de toda la belleza que envuelve a Call me by your name.

¿Que quién soy yo para contradecir a la sacrosanta Academia? Pues nadie, solo un cinéfilo cualquiera, pero con criterio propio. Los premios no pueden estar politizados, debe prevalecer la calidad del trabajo por encima de la imagen que la Academia quiera darle al mundo con sus elecciones, de lo contrario la gala seguirá en picada. Este año ha tenido el peor registro de audiencia en toda su historia.


Fotografía principal proporcionada por Jiménez Suchité.

Jiménez Suchité

Mal amante de la literatura y el cine, series, música e historias en general. El arte me salva la vida y yo la voy haciendo peligrar, así nos complementamos y así, algún día, algo saldrá mal. Cargo con muchas etiquetas, pero solo me hago responsable de las que he elegido yo. Ya no pregunto por quién doblan las campanas, ahora sé que doblan por mí. Rechazo y resisto, no conozco otra forma de vivir.

Voz en off


Un Commentario

Dennis Orlando Escobar Galicia 15/03/2018

Pues usted dice su verdad. Pero los premios no están politizados están «politiquereados». Si estuvieran politizados otros serían los ganadores. Para dar un ejemplo: Coco, y Amando a Vicent. Pero para no creer en el cine de los «Oscares» tan solo es ver el cine de Irán e inlcuso el de Corea del Sur.

Dejar un comentario