Fernando Zúñiga Umaña | Política y sociedad / EN EL BLANCO
El Gobierno de Costa Rica prepara todo su equipo para, en junio, arremeter contra el consumidor costarricense. El paquete de impuestos es un asunto serio. Muchos bienes y servicios van a subir de precio. Las garras voraces del fisco se preparan, esta vez contra el pueblo. A partir de junio, en los escaparates, en los recibos de servicios, en los supermercados, el rotulito anunciando el precio más el IVA. Y no es que no tenemos impuestos, por supuesto que el consumidor paga el 13.0 %, pero ahora va a ser en todo, hasta la canasta básica va a subir, el sostén de las familias más pobres.
Pero no voy a referirme a la amenaza que se concreta en junio, voy a referirme a un tema económico, a un análisis que hacemos los economistas para demostrar que a muchos empresarios les conviene trasladar total o parcialmente el impuesto. Y no tener la creencia absoluta de que es el consumidor quien debe asumir este.
La elasticidad de la demanda de un bien o servicio es la que permite medir qué sucede cuando un productor sube o baja el precio de lo que vende. Es la reacción del consumidor, quien, dependiendo de las características y naturaleza de ese bien, va a consumir menos o igual o hasta más, en caso de que suba el precio. Voy a poner un ejemplo, me voy a referir a un servicio que podría ser suntuario: el gimnasio. Si los clientes de un gimnasio pagan una mensualidad, estará sujeta a 13.0 % del IVA. Muchos clientes decidirán sustituir el gimnasio por otros servicios sustitutos: correr en los parques, en la calle, hacer ejercicios en la casa, etcétera. Si una persona paga 40 mil colones por mes, ahora tendrá que pagar extra 5 200 colones. Su mensualidad sube a 45 200 colones. El propietario del gimnasio, al darse cuenta de que podría perder mucha clientela, puede optar por compartir el impuesto. Lo haría bajando el precio de la mensualidad. En este caso si, la rebaja a 37 400 colones, el propietario está asumiendo la mitad del impuesto, o sea 2 600 colones. El cliente pagaría 37 400 más el 13.0 % del IVA, que equivalen a 42 260 colones. Se parte el ayote en dos.
Ahora bien, si gran parte de los consumidores van a consumir bienes y servicios de la competencia por tener precios más bajos, entonces el empresario tiene un problema, dado que debe ver la forma de asumir un porcentaje mayor del impuesto. Eso es una regla de mercado.
El problema de los consumidores son los monopolios, tanto los que existen, como los que se podrían generar a partir de acuerdos entre empresas para no irse a una guerra de precios. Los monopolios y oligopolios de productos básicos por supuesto que van a trasladar todo el impuesto al consumidor, dado que en esos productos la elasticidad del precio es mayor, por tratarse en su mayoría de bienes y servicios de primera necesidad. El consumidor tiene poca capacidad de reaccionar ante el precio.
Dependiendo de lo que suceda en un libre mercado como el que vivimos, que cada día se fortalece más a partir de un gobierno liberal como el del PAC, se podrá saber qué sucede con la economía, porque situaciones como estas, de reducción del gasto público y crecimiento en los impuestos, pueden conducir a una situación deflacionaria. Y eso sí es un problema para todos.
Imagen por Fernando Zúñiga Umaña.
Fernando Zúñiga Umaña

Costarricense, estudioso de la realidad económico social y política nacional e internacional. Economista de formación básica, realizó estudios en la Universidad de Costa Rica y en la Flacso México. Durante más de 30 años laboró en la Universidad Nacional de Costa Rica. Actualmente es director del Doctorado en Ciencias de la Administración de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. Consultor privado en el campo de la investigación de mercados, estudios socio económicos.
Un Commentario
Excelente análisis, este tipo de comentarios nos hsbren los ojos de lo que nos espera…. Y como podemos salir adelante y que hacer es muy interesante que los expertos opinen sobre el particular…. Gracias
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