Contrastes

Isadora Bennet | Arcoíris / CONTRASTES

Mi abuela y mi mamá nunca tuvieron otra opción que casarse con un hombre. Amar a quien querían no fue una alternativa. En 1944, cuando mi abuela tenía veinte años, cinco mujeres fueron encarceladas en Suecia solo por ser lesbianas. Criminales por amar y querer a otras mujeres. Un año después ya no era un crimen ser homosexual, sin embargo fue considerado una enfermedad mental hasta 1979. Ese año, grupos de lesbianas, transexuales y gays ocuparon el Ministerio de Salud en forma de protesta. Gracias a ellxs y su lucha incansable, yo crecí en un país donde puedo contar con los mismos derechos sociales y económicos que cualquier otra persona. Puedo soñar y elegir libremente mi vida, pero no hubiese sido posible sin las y los que me abrieron el camino.

Tenía 10 años cuando le conté a mi familia que estaba enamorada de una chica en mi clase y su única respuesta fue ¡Ah, qué bien! Listo. Con mi familia nunca tuve que salir del clóset, porque nunca me habían encerrado en uno. Sin embargo, la sociedad nos obliga a salir del clóset mil veces, ya que siempre se asume la heterosexualidad como norma. Pero nunca tuve que reflexionar mucho sobre el hecho de que me enamoraba de mujeres hasta enamorarme de una mujer en Guatemala. De repente, algo que para mí era tan natural como caminar con ella de la mano, se volvía un acto político. Incluso algo que podía implicar miedo, peligro o incomodidad. En Suecia, por lo general soy invisible, como lesbiana visible.

Una vez fui a misa en una iglesia en Guatemala. Como cristiana, siempre me he sentido cómoda y segura en la iglesia, pues es un lugar que relaciono con amor, paz y libertad. Pero ese día llegue a entender lo que la iglesia representa para muchas y muchos –una institución de control, opresión y odio–. Fue el día después de que se había legalizado el matrimonio igualitario en los EE. UU., según el pastor esto era literalmente el comienzo del fin del mundo y predicaba sobre el peligro de las y los homosexuales. Según él, nuestro amor como lesbianas y gays es la fuente de guerras y pobreza, muy lógico ¿no? Aquí me puedo casar por la iglesia sueca con una mujer si lo deseo hacer.

Podía aguantar el miedo y las miradas en Guatemala, porque sabía que tenía un lugar seguro a donde regresar. Un lugar donde la ley me respalda. Nunca he tenido que sentir miedo por perder a mi familia, mis amigxs o mi trabajo por ser yo. Discriminar a alguien por su orientación sexual es un crimen en Suecia y además existe la tipificación de crimines de odio contra la comunidad LGTBI+. A la vez creo que es importante subrayar que el tiempo no es lineal. El hecho de que aquí hemos ganado ciertos derechos, no implica que siempre los seguiremos teniendo, sino que los tenemos que seguir defendiendo. Fuerzas y partidos políticos de ultraderecha crecen en Europa y su ideología se basa en una idea conservadora de lo que significa ser una familia. No hay una línea recta de «progreso» o «desarrollo», sino es cíclico y si esas fuerzas siguen ganando terreno, mi vida acá cambiaría radicalmente.

Así que, por más que quisiéramos que ser lesbiana no fuese político, lo es. En Suecia ya no encarcelan a mujeres por amar a otras mujeres, pero ser lesbiana o gay sigue siendo criminalizado en 72 países del mundo. Y lo veo como una obligación seguir abriendo el paso para las y los que vienen, para que puedan vivir en un mundo donde su amor no es politizado, sino solo amor. Pero para llegar allí, hace falta la lucha política y cambio de leyes. Si se cambian las leyes, también se cambian las normas de la sociedad y la forma como nos percibimos y como nos tratamos. Y tal vez así ya no tendríamos que caminar con miedo cuando andamos de la mano con la persona que amamos, independiente de donde estemos.


Fotografía principal por Isadora Bennet.

Isadora Bennet

Feminista con la conciencia dividida entre Suecia y Guatemala. Tengo una licenciatura en Estudios Latinoamericanos y trabajé varios años en Guatemala. Actualmente soy estudiante de Estudios de Paz y Conflicto.

Contrastes

7 Commentarios

Celeste 19/04/2018

Gracias Isa! El lesbianismo feminista necesita ser visibilizado en el mundo.

    Isadora Bennet 24/04/2018

    Si, definitivamente. Gracias a ti Celeste <3

Arraigo Transeunte 16/04/2018

La homosexualidad no existe. No es. Esta afirmacion proviene de la naturaleza de lo que es el sexo. Fuera de raros casos genéticos, hay dos géneros. El hecho de tener relaciones sexuales con una persona del mismo sexo no crea uno diferente. En muchos casos la prohibición de tener relaciones con personas del sexo opuesto es lo que genera los peores sufrimientos a quines juran no tener esos deseos. Estas afirmaciones no niegan la discriminacion frente a personas que deciden vivir con alguien que tiene sus mismas características reproductivas. Por otra parte, es frecuente encontrar en esos individuos la expresión de deseo materno en tales decisiones. Es el caso del hermano o hermana mayores que han fallecido.
La legislación debe sin embargo evolucionar y aceptar de pleno derecho la decision de vivir con una persona del mismo sexo. Incluso debe defender con todos los medios esa determinación.
En los mejores momentos de la tradicion griega clasica, se aceptaba la iniciación con personas del mismo sexo. En el extremo opuesto, en los mas obscuros momentos de la humanidad ha predominado una vision homosexual del asunto : La parte femenina ha mutilado la masculina y en sentido inverso.
Estas letras pueden desencadenar iracundos pensamientos…homo…genéricos…solo me queda recomendar se lea el excelente articulo de esta publicación por Ju Fajundes : « La primera vez ». Si la indignacion no lo permite, se puede leer simplemente el comentarion de ese texto…

Luis Pedro 15/04/2018

Excelente artículo.

    Isadora Bennet 16/04/2018

    Muchas gracias Luis Pedro!

Candy Benavidez 14/04/2018

Al leerte me transporto en muchos de esos momentos incomodos que mis amigos gay han sido sometidos, porque en Guatemala lamentablemente el amor debe tener dos caras en el genero. Y pienso que el amor es amor no por el genero si no por la intensidad en la que se siente en dos corazones. Saludos Isador

    Isadora Bennet 15/04/2018

    Gracias por tu comentario Candy y que terrible y lamentable que hayan tenido que pasar por situaciones así. De acuerdo contigo! <3

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