Con amor Para la gente

Luis Ricardo López Alvarez | Arte/cultura / CATÁBASIS

Cuenta la leyenda que en La Antigua Guatemala existe un lugar con una atmósfera exquisita para hacer arte, platicar con los amigos e intercambiar ideas; donde se puede apreciar en cada pared del lugar una obra de arte en exhibición; y que en un rincón cerca de una máquina de escribir hay una pila de libros de temas variados, dispuestos cada uno para que los tomes y te distraigas cuando no des unos vistazos furtivos por el gran ventanal colonial.

Yo no creo en las coincidencias, pero sí en los buenos deseos, y me parece que Para la Gente, ese café, bar, centro cultural de la 4ª avenida oriente de La Antigua, es un buen deseo hecho realidad.

Luego de asistir a las actividades finales del Festival de Pulso Volcánico (que se llevaron a cabo el sábado 08 de septiembre); pude ponerme en contacto con Molly Jordan, de Para la Gente, quien amablemente me recibió en el lugar y me presentó a Tomas Grenzner, editor de la revista El Informe (que es uno de los proyectos del centro cultural); esta publicación la había podido conseguir y leer unas semanas atrás por una presentación de jazz y lectura de poesía que hicieron en Cuatro Grados Norte (he de decir que me sorprendió de sobremanera que Cuatro Grados siguiera albergando actividades artísticas, y no hubiera sucumbido únicamente en el proceso de gentrificación hasta convertirse en un espacio exclusivo para hipsters capitalinos).

La revista que edita Grenzner presenta textos impresos en inglés y español; es un espacio bilingüe, que, en palabras de Tomas, está hecha por artistas visuales y literarios que sean nacidos en el territorio o extranjeros que están de paso o residen aquí.

No es una revista digital porque la intención de Tomás era crear una plataforma impresa que diera empuje a la comunidad local de artistas, a aquellos que quisieran dejar algo y que cada dos meses pudieran dejar salir su locura colectiva. Hay cierto incentivo en las personas cuando se trata de un texto impreso, hace que las personas escojan lo mejor y se comprometan con su trabajo artístico, dijo Grenzner.

El Informe no tiene restricciones de temas o de perspectivas, simplemente busca ser un medio de expresión. En un futuro consideran hacer cada número con un formato en particular o con alguna temática; pero por ahora se centra más en la filosofía de un medio del artista para el artista.

Y El Informe es Para la Gente, y así, Molly y Tomas me cedieron parte de su tiempo para contarme de esta genial iniciativa que se ha vuelto el lugar luego de un año de existencia.

Molly, quien es originaria de Nueva York, quiso al menos imitar en espíritu a los cafés de su ciudad; lugares que además de ofrecer lo que usualmente se espera, suelen ser espacios para que jóvenes escritores o artistas en general (sin importar su procedencia, ideología, situación emocional o espiritual) puedan sentirse cómodos para pasar por una taza de café y trabajar o pensar en su arte.

Imagen tomada de Facebook.

Me comentó que la intención de Para la Gente, era crear una atmósfera propicia para la creatividad y el intercambio de ideas.

Y así surgió, con trabajo duro pero con mucho amor; con no tantos recursos como los que quisieran contar, pero con muchos amigos que llegan por las tardes a compartir; un espacio limpio, relajado y con cerveza a un precio accesible (tal y como habría de descubrir más tarde en la fiesta de cierre del Festival).

Y es que son pocos los espacios que quedan como refugios (en La Antigua como en ciudad de Guatemala) para los artistas, y que no tengan un trasfondo político o hayan tenido que ser apropiados a la fuerza de centros de reuniones para señoras o celebraciones de tés y baby showers.

Para la Gente ofrece varios servicios, desde un espacio para realizar reuniones (como la fiesta del cierre del Festival), distintos talleres de escritura o artes visuales para los que cuentan con profesores invitados, y un experimento que me pareció genial, la lectura de poesía acompañada con música jazz. Tomas me hacía la mención que esta situación hace una conexión directa con los orígenes del género lírico, cuando estaba directamente conectado con la música y su propósito era ser cantado.

La poesía sin ritmo, pienso, no es más que un cuerpo con un corazón que ya no late; y quizá el jazz, por su animosidad y capacidad de improvisación, dota al espíritu de una disposición interesante para conectarse más con el uso ingenioso de la palabra.

El Informe y las noches de jazz y poesía tienen un origen en común, uno fue producto del otro. Molly y Tomas me comentaban que decidieron inaugurar un espacio de micrófono abierto, el que, quizá al calor de las copas o por el acompañamiento musical, animaba a los asistentes a aventurarse y mostrar sus trabajos aunque no fueran artistas de oficio; o que en alguna ocasión tuvieran la lectura de un poema escrito en colectivo por los miembros de una mesa. Era genial ver a las personas animarse a crear y a tomar la poesía como una capacidad que tenían de imaginar y compartir.

Así que, luego de las presentaciones y del trabajo bien ejecutado, surgió la compilación que habría de convertirse en El Informe. No es una revista de extranjeros para extranjeros, porque se presenta en formato bilingüe y también busca la difusión de artistas nacionales; yo la tendría como un puente de comunicación entre los artistas que finalmente son ciudadanos del mundo, como un canal para el intercambio de ideas.

Es quizá una de las pocas publicaciones con intenciones enteramente artísticas en inglés que se realizan en Guatemala y que viene a ser una opción para aquellos lectores con ideas diferentes.

Hago una invitación a los lectores para que puedan acercarse a Para la Gente, estar al tanto de las distintas actividades que realizan en pro de la expresión artística y buscar su edición de El Informe, para encontrarse con una variedad de propuestas que rompen los círculos cerrados y moribundos de la élite artística guatemalteca imperante (de la vieja escuela o de la nueva vieja escuela).

El arte, finalmente, pertenece a aquellos a quienes la inspiración y la fortuna favorecen.

El Informe puede ser adquirido en La Antigua Guatemala en Para la Gente, 4a. calle oriente # 15, o en Dislexia Bookstore; y actualmente se encuentran en pláticas para realizar una distribución de la revista en puntos de la Ciudad de Guatemala.

P. D: Agradezco a Molly Jordan y a Tomas Grenzner por el tiempo y la amena conversación que surgió antes y después de la entrevista.


Fotografía, Molly y Thomas en la entrada de Para la Gente, por Luis Ricardo López Álvarez.

Luis Ricardo López Alvarez

Escritor, docente y lector. Licenciado en Letras por la USAC yProfesor en Lenguaje y Ciencias Sociales por la UFM. Miembro del colectivo Testosterona Literaria.

Catábasis

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