¿Comunistas incrustados en las instituciones del Estado?

Héctor Herrera | Política y sociedad / PEDAGOGÍA DE LA PREGUNTA

Decir la verdad es siempre revolucionario.
Antonio Gramsci

Sin duda, el anticomunismo es una política de Estado, tomando en cuenta que un Estado burgués, patriarcal, racista y proimperialista jamás podrá reconocer una organización al servicio de la clase trabajadora.

En los últimos días hemos visto como páginas de Facebook financiadas por políticos, militares y empresarios, viralizan información en la que «los comunistas» en Guatemala «apoyan» la candidatura de una exfiscal general que ha sido clara en su postura, afirmando «soy de derecha». En ese sentido, primero se debe analizar lo que implica el ser de derecha en Guatemala. Reconocerse de derecha es entender que jamás se puede estar del lado de la clase explotada y oprimida, aunque los netcenters vivan repitiendo «Ni izquierda ni derecha» o los medios digitales «No le pregunte a su candidato qué ideología tiene», el pueblo difícilmente va a seguir a la derecha ya que está claro que es la responsable de mantener en el subdesarrollo en Guatemala.

Guatemala tiene una tradición anticomunista, esta tradición permite que organizaciones militares reaccionarias invoquen el comunismo para satanizar todo, y digan «los izquierdistas» o se permitan frases como «la extrema izquierda se filtró en la Cicig Y el MP» eso implica pensar que todo lo que se hace en el tema de la «lucha contra la corrupción» es una conspiración «comunista».

Si la derecha, financiada y auspiciada por la embajada yanqui y la oligarquía, tiene sus caballitos de batalla entre semillas neoliberales y antivalores, es evidente que esos caballitos jugarán al ritmo de los poderes económicos que hasta el día de hoy manejan la riqueza en Guatemala, y tienen en pobreza y pobreza extrema a más de 50 % de la población en Guatemala

La izquierda a nivel popular parece no existir, solamente es un espectro entre quienes deciden hacer un nuevo instrumento político y quienes se niegan a cambiar sus formas de organización, lucha y resistencia para la toma del poder. Y entonces se cuestiona ¿la izquierda se plantea el poder en Guatemala? ¿Tiene capacidad la izquierda para levantarse del letargo? Sin duda puede hacerlo con cuadros que tengan clara su ideología y reconozcan el sentido de la lucha, no para pelear por una curul, porque esas duran cuatro años y está demostrado que con 5 votos en el Congreso no se hace más que seguir negociando con la derecha.

¿A quién conviene que retorne la represión?

¿Quién se beneficia al seguir repitiendo «sin ideología»?

Seguir dejando que avance el fantasma del anticomunismo es seguir repitiendo que con la globalización y el capitalismo nos va muy bien, es seguir escuchando a generaciones enteras decir que si van con la «corriente» es hacer política. ¿Qué enseñanzas nos han dejado los gobiernos promilitares y proempresariales? ¿Seguiremos pensando que los presos políticos o los asesinatos a activistas de derechos humanos no tienen un móvil ideológico?

Muy ilustrados los doctores y doctoras, pero cuando se habla de tener ideología resultan avalando la política de intervención de Trump y aplaudiendo el maquillaje de la «lucha anticorrupción» cuando en el campo la represión avanza a pasos agigantados.

¿Crear instrumentos políticos es la vía?

Mientras dormimos pensando que los «comunistas» tomaron el Estado, resulta que la derecha prepara otro asesinato, una licencia de explotación y exploración minera, un desalojo y una campaña mediática para seguir aterrorizando con extorsiones y secuestros. ¿Qué Guatemala construimos sin posicionamiento ideológico?


Héctor Herrera

Ha cursado estudios en la Facultad de Humanidades (USAC), docente en el nivel primario, dirigente magisterial y estudiantil. Ha participado y desarrollado actividades académicas en distintos puntos del país y ha colaborado con otros docentes que trabajan diariamente en la construcción de una sociedad dispuesta al pleno ejercicio de la equidad, desde las aulas y las ideas de las nuevas generaciones. Es, en suma, un hombre comprometido con los grandes procesos y desafíos interculturales en el país.

Pedagogía de la pregunta

4 Commentarios

Elvira López 19/08/2018

Es guerra sicológica usada para dividir y polarizar aún más esta sociedad. Utilizar el anticomunismo para satanizar a quienes estén a favor de la lucha contra la corrupción no solo es ilógico sino absurdo. Pero más absurdo es como las capas medias que deberían tomar un papel más protagónico ante esta caótica coyuntura y solidarizarse con los sectores populares, son manipuladas con el terror del comunismo o regalando su voto a personajes tan nefastos para el país como lo fue Arzú, mantenido en el palacio de la loba con un voto inconsciente e ignorante de lo que realmente necesita este país.

Raul Hernandez 19/08/2018

ni izquierda ni derecha. la injusticia social es una realidad que solo en la primavera democratica se intento , pero la oligarquia guatemalteca la frustro.

Héctor Herrera 17/08/2018

La lucha es de Clase, es la Historia de la Humanidad. Combatir es más difícil si no se define al enemigo y el enemigo sin duda hoy e historicamente tiene una ideología definida. Elegir estar con el opresor o el oprimido definirá necesariamente nuestra clase.

Licda. Wendy Violeta Joachín Ramos 17/08/2018

En la lucha del ser humano, todos debemos respetar al prójimo, pero nos equivocamos de tantas veces que es muy duro combatir con el misma gente que te apuñala a diario. Sabio o derecho elección.

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