Como suele pasar

Juan Ignacio Gómez-Cuevas | gAZeta joven / MEMORIAS NATURALES

La COVID-19 vino a enseñar higiene personal. Irónicamente. Digo irónicamente porque eso se supone elemental en cualquier persona civilizada. O, al menos, para mí siempre lo ha sido. No ser coche, como algo básico de la estima personal.

Me he percatado de que ahora «está de moda» lavarse las manos. Antes era visto como un exagerado al exigir que mis visitas se descalzaran al entrar a mi casa. Bueno… eso no está relacionado con la pandemia. Descalzarse es elemental para no ensuciar la casa. Ahora es un abusivo y enérgico: «Hay te quitás los zapatos». No por la suciedad de la calle. ¡Ojalá fuera por eso! No. Es por evitar contagiarse de la COVID-19. Pobre el que no lo haga, se le veda la entrada. Tuvo que suceder una pandemia para que las personas aprendieran a ser higiénicas.

Esta semana me pusieron el siguiente ejemplo: beer pong. Lanzándose la pelota de tenis de mesa de un lugar al otro. Pasando por cuanta mano había en el recinto. Rebotando en el suelo. Pasando sobre cenizas de cigarro. Hasta llegar al vaso ganador. En el transcurso, cada jugador tomaba de esos vasos llenos de cuanta mierda había en el lugar.

En esa época, nadie protestaba. Loser el que no tomaba del vaso. Hoy, nadie toca una sola cosa si no está sanitizada. Término, por cierto, inexistente en español. Pero como la ignorancia impera, se cree que el verbo inglés sanitized se traduce como sanitizar. Algo tan ridículo como la nueva normalidad.

Espero que conforme la sociedad regrese a la normalidad, no se lleve consigo las normas de higiene personal hoy aprendidas. Y que no se dejen perdidas en el olvido, como suele pasar.


Juan Ignacio Gómez-Cuevas

Abogado, empresario y librepensador.

Memorias naturales

Correo: gomezcuevas@gmail.com

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