Como los cangrejos

-Rita Ma. Castillo / SOMOS ARTE

Cuántas veces he escuchado la expresión, «Guatemala es como un gran canasto de cangrejos, siempre jalándonos todos para el fondo del canasto» y siempre que la escucho causa en mí la misma reacción de incomodidad, me molesta demasiado la comparación. Pero duele admitir que a veces sí somos como un gigante canasto de cangrejos, buscando salir del canasto y sobresalir pasando por encima de todos, y jalando de regreso al canasto al que sobresale porque siempre pensamos «si no soy yo el que brilla, que no brille nadie», limitando el trabajo de los demás para que no sobresalgan más que nosotros, y nuevamente jalando de regreso al canasto a los demás, sin apoyar el trabajo de nadie porque, si «yo no gano nada para qué apoyo» o el clásico «y qué gano yo con eso». Y podría seguir la gran lista de actitud de cangrejo que tenemos, sería interminable. Somos muy cangrejos a veces, diciéndolo de una forma divertida y comparativa, no hacemos que proyectos artísticos logren salir de este gran canasto y tengan éxito y apoyo, seguimos empujando para abajo ideas y proyectos que podrían ser sobresalientes porque como no fue a nosotros que se nos ocurrió o no somos parte, entonces no apoyamos, entonces no celebramos ni aplaudimos. La idea es hacer que Guatemala, como un todo, impacte y suene fuera de nuestras fronteras, pensando en conjunto, buscando el avance comunal con trabajo bien hecho de forma personal, de ser así esto sería un panorama distinto para todos los que estamos en el medio artístico, seríamos más fuertes, y no habrían tantos cangrejos envidiosos o mediocres caminando cómodos en el mismo lugar, jalando a los demás cangrejos al fondo del canasto a caminar en círculos con ellos.

Desde un lugar cómodo en el canasto es muy fácil decir que se apoya el trabajo de los demás o que se cree en el arte o que se disfruta apreciarlo, todo el mundo apoya el arte y el talento nacional hasta que pide una cotización y empieza a regatear, porque ahí desaparece el apoyo a lo nuestro, ahí sale a relucir rápido el beneficio propio, y va de regreso el cangrejo al fondo del canasto. Y en el fondo del canasto está el montón de cangrejos que han sido jalados por la falta de apoyo y el trabajo mal pagado, los que permitieron que sus precios bajaran a cantidades ridículas, sin poner dignidad ni precios justos a lo que hacen, desvalorizando el trabajo no solo de él sino del resto de cangrejos que han logrado hacer valer su trabajo. Y vamos nuevamente para abajo el montón de cangrejos, porque cada vez que alguien no valora su trabajo, no solo se ve afectado él, sino también todos los demás, y se vuelve un gigante círculo sin salida, empezamos a caminar en círculos en el fondo del canasto.

Los cangrejos tienen otra peculiaridad, caminan para atrás, siempre alertas y al primer movimiento amenazador, rápido atacan con las tenazas, es su defensa, claro, y muy funcional en el entorno en el que viven. Siguiendo con la comparación, somos muy hostiles, cualquier movimiento que vemos o queremos creer está amenazando nuestra seguridad, nuestro trabajo, rápido buscamos la forma de atacar. Y no estoy en contra de la crítica, la crítica es necesaria cuando es honesta, con buena intensión y con el afán de ayudar, de hacer crecer. Pero no debemos criticar por envidia o por falta de seguridad para traer abajo al otro, sin entender razón, solo queriendo destruir, para que nuestra pequeña área segura no sea afectada. Nos da miedo la competencia, nos asusta el brillo ajeno, debemos aprender tanto a trabajar en conjunto, cómo insisto en ese punto, pero sí debemos ayudar al resto de cangrejos, y trazar poco a poco nuestro camino, sin entorpecer el camino de otros.

Ya no seamos un gran montón de cangrejos caminado en el fondo del canasto en círculos, unamos tenazas y busquemos el jalarnos para arriba, que acá la cosa no es ver como jalo al otro para que esté a mi nivel desde abajo, sino ver cómo subo con fuerza con mis tenazas, jalando al que pueda cuando logre llegar a la cima o avanzar juntos poco a poco, mirando atrás para ver el camino avanzado y defendiendo lo logrado, sin atacar o demeritar el trabajo de mis compañeros cangrejos que van en la lucha.


Ilustración prinicpal por Rita Ma. Castillo.

Rita Ma. Castillo

Diseñadora industrial, apasionada por el arte, con ojos curiosos, corazón colorido, coleccionista de historias, relatos y vivencias con extraños. Descubrí el arte como una herramienta sanadora, como una medicina, dicen que las cosas llegan a la vida cuando deben llegar y a mí el arte me encontró y me rescató. Vivo de eso, y amo haber encontrado mi propósito de vida en ayudar al prójimo por medio de mi tesoro, por medio de mi arte, aprendo cada día y me nutro de color, historias y trazos.

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