-Sindy Hernández Bonilla / SIMBIOSIS–
Si miro hacia arriba, recubren el cielo,
si miro hacia abajo tapizan el suelo
Frondosas, aromáticas, con semillas aladas, adaptables a diferentes suelos, de madera dura, resistentes a la contaminación, caducifolias… como las jacarandas, así fueron y son las mujeres que me vieron crecer: mis abuelas, mi madre y mis hermanas, como las flores de las jacarandas.
Mis abuelas, aunque físicamente ya no están, las recuerdo, pienso y sueño. ¡Cómo lamento no haber escrito todas esas historias que la abuelita Irma me contó! Los viajes a caballo, las fiestas, cuando conoció al abuelito Cándido y cómo se escaparon; cuando me contó esto yo tendría unos 18 años y lo primero que pensé fue ¡qué historia! ¡qué agallas! ¡qué locura! Luego me contaría las dificultades por las que pasó para sacar adelante a sus dos hijos de los que siempre se sintió orgullosa. Hoy, yo siento lo mismo.
La abuelita Neca, mujer de carácter fuerte. Gran cocinera, sus recetas de cocina debieron ser escritas: las cebollas rellenas, las cebollitas curtidas con mostaza, la paella o los tamales negros y colorados que hacía cada fin de año. Bailadora y amante del tango. Pudo haber escrito decenas de libros, pero el más importante seguramente sería el de ella siendo mamá de mi madre.
Esta mujer fuerte heredó a una bella, sensible y también fuerte mujer, como una udumbara: flor muy pequeña, se dice que el tallo que la soporta es más fino que un pelo humano, pero muy resistente. Creció bajo la educación rigurosa y disciplinada de mi abuela y de monjas, pero es la mujer más amorosa que conozco. La admiro por la coherencia consigo misma, lo incansable, dedicada, perfeccionista, creativa y sencilla que es. Conoció a mi maravilloso padre, a quien durante toda su vida ha apoyado, admirado y amado.
De esta relación nacieron cinco frutos, muy distintos como casi iguales uno al otro. Mis dos hermanas, bellas mujeres, con historias diametralmente opuestas, pero ambas haciendo lo que quieren en su vida. Diría que son como la Celome spinosa y la Strongylodon macrobotrys, flores exóticas.
La mayor: excéntrica, la persona más creativa, inquieta y libre que he conocido en mi vida: una ardilla. Trotamundos, viaja con el pensamiento. Puede hacer prácticamente lo que quiere.
Mi hermana pequeña, mi compañera de juego, de dormitorio, de conversaciones nocturnas: ¡las urracas parlanchinas!, como nos llamaban nuestra madre y nuestro padre. Madre ahora de dos polluelos a quien dedica incansablemente su vida, es lo que quiere y la quiero por eso.
La libertad de mis abuelas, la creatividad, honestidad y perseverancia de mi madre, son características que heredamos mis hermanas y yo. A dos días de celebrar el Día Internacional de la Mujer, dedico este espacio a mujeres maravillosas, a las bellas y grandes mujeres de mi familia.
Fotografía principal tomada de Pinterest.
Sindy Hernández Bonilla

Amo la naturaleza y por ende la vida. Me apasiona trabajar y siempre estoy aprendiendo. Tomo en serio y empeño lo que hago: el trabajo, mis relaciones, mi entorno. Escribir es un ejercicio que además de estimular mi creatividad, permite compartir algunas de mis inquietudes y reflexiones principalmente de la biología o la ecología.
Un Commentario
Me ha conmovido tan bello e inesperado adjunto. !! LA AMO Y ADMIRO!! Por lo qué es una personita Bella por dentro y por fuera, con ese deseo gran humanidad qué es una de las más bellas cualidades , dedicación a su familia, en lo particular el amor que me brinda día a día y que con sus bellos ojos me ve bella y no se cansada de decirmelo día a día. QUE DIOS LA PROTEJA Y LA BENDIGA POR SER ESA GRAN PERSONA INCANSABLE, SENCIBLE, SENCILLA ÚNICA Y AMANTE DE SU FAMILIA. LA AMO MISHITA LINDA. 💚💖
Dejar un comentario