-Edgar Barillas / RE-CONTRACAMPO–
Las primeras noticias que se han obtenido sobre filmes realizados en Guatemala nos llevan hacia finales de la primera década del siglo XX. El Propietario del Teatro Variedades, Ramiro Fernández Xatruch, en compañía de Mario Estrada registraban en aquellas fechas eventos como las fiestas Minervalias.
Femández Xatruch creía en las posibilidades del cine. Para un “beneficio”, en su Teatro Variedades presentó la que debió ser la primera película (cortometraje) de ficción guatemalteca. Se trataba de las piruetas del cómico Fernando Flaquer, subiendo y bajando de un tranvía tirado por mulas. Los “beneficios” eran funciones de cine en las que por una entrada se podía pasar horas viendo tanda tras tanda de películas, lo que los hacía muy atractivos para un público ávido de distracción. El beneficio del Variedades en aquel año de 1918 debió tener más expectación por exhibirse un producto hecho en el país.
Otro personaje que incursionó en el cine de ficción fue Alberto de la Riva. Don Alberto es reconocido por su tenacidad para mantener viva la llama del teatro en Guatemala. Su entusiasmo le llevó a invertir su energía y fortuna en las representaciones. Fue el principal promotor del Grupo Artístico Nacional, en el cual reunió a los más destacados actores de la época. Don Alberto era un “hombre de humor alegre, bromista y emprendedor”.
Se sabe que en 1912 realizó una película de la cual solo conocemos el nombre: El agente número 13. De la Riva era un actor famoso por las representaciones jocosas. Una obra suya que ha perdurado, La Rafaila, es una sátira que no contaba con un guión escrito sino solo apuntes manuscritos, no hay una historia sino estampas cómicas muy guatemaltecas, de acuerdo al Diccionario de Haeussler Yela. Con estos datos, podemos aventurar que El agente número 13 debió haber sido, si no la primera, si una de las primeras películas de ficción con un argumento realizadas por guatemalteco alguno.
Especial lugar y significado tiene en esta básicamente desconocida historia del cine mudo guatemalteco de ficción, la película El hijo del patrón, una realización de Alfredo Palarea y Alfredo Herbruger. Alfredo Palarea era un ejecutivo de seguros que tenía su oficina en la 6ª. avenida sur N°. 43 y estaba casado con la reconocida actriz Adriana Saravia. Doña Adriana tuvo una larga carrera artística que incluyó su participación en la película sonora Cuatro vidas. En cambio, no tenemos datos de las actividades artísticas de su cónyuge, sino por la película que realizó junto con Herbruger. Este, por su lado, era un hombre de negocios y reconocido políglota (hablaba, a más del español, inglés, ruso, francés, alemán, italiano y portugués). Poseía una cámara Pathé que serviría para dar impulso a sus inquietudes de cineasta.
El hijo del patrón fue rodada en una primera versión antes de los terremotos del 17 y 18, pero desapareció precisamente por esa catástrofe. Sin embargo, en 1929, una nueva versión comenzó a ser rodada, ahora con la participación de Guillermo Andreu Corzo. Andreu Corzo fue uno de los guatemaltecos que con más ahínco dedicaron su vida al desarrollo de la radio, el cine y el teatro en Guatemala, aunque con particular predilección por las dos primeras formas del arte. Como actor participó en el cine mexicano, en donde acumuló experiencias que luego traería a su país y que le servirían para realizar El Sombrerón en 1950.
El guion de la segunda versión de El hijo del patrón se debió a Andreu Corzo, mientras la dirección estuvo a cargo de Alfredo Palarea. Esperanza Lobos, con una brillante trayectoria como actriz, y Eduardo Vivas tuvieron los papeles estelares en la película, de la cual no se tienen más noticias. No sabemos si llegó a la fase de posproducción, pero no se han encontrado indicios de que haya sido exhibida. La misma suerte ha corrido El hacendado, realizada por el mismo equipo humano, sin que nadie haya podido dar fe de su destino.
Como se ve, ha existido un acercamiento a los realizadores de los primeros filmes de ficción guatemaltecos, pero no a sus productos.
Edgar Barillas

Guatemalteco, historiador del cine en Guatemala, investigador de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
2 Commentarios
Muy interesante la información vertida por Edgar Barillas. Don Mario Alberto Mencos, en su libro, nos da cuenta de la formación del Grupo Artistico Nacional y menciona a varios artistas de la época, como «Minuto» Aparicio, María Luisa Aragón, García Prendes, las Andreu Spillary etc.
Felicitaciones Edgar, por tu trabajo, útil para mis estudiantes de la Universidad Popular.
Gracias, a vos, Noble Maestro.
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