Luis Felipe Arce | Política y sociedad / EL CASO DE HABLAR
Lo que hacemos en la vida se refleja en la eternidad.
El gladiador
La palabra «dictador» proviene del latín dictator, que literalmente significa «el que dicta», originalmente se les llamaba megister populi (maestros del pueblo, maestros de la gente o maestros del ejército). En la antigua Roma, el Senado otorgaba la magistratura extraordinaria de «dictador» a una determinada persona para que ejecutara órdenes, concentrándose todo el poder del gobierno en un solo individuo. Esta magistratura se otorgaba por un término de seis meses según la causa a resolver y podría ser extendida por el tiempo que se considerara necesario.
Como en todos los casos de la vida, siempre las leyes han sido manipuladas por los poderosos, dependiendo de sus particulares intereses. Un caso concreto fue el del emperador Julio César que luego de varias magistraturas seguidas siendo dictador, el mismo Senado romano le otorgó una nueva, solo que esta fue a perpetuus causa o sea «dictador de por vida».
Por el contrario, la misma historia conoce el caso de Lucio Quincio Cincinato, el ciudadano que fue cónsul y dictador, fue nombrado por seis meses para liderar la defensa de Roma ante la feroz invasión de los pueblos bárbaros a quienes venció en una sola batalla. Logrado su objetivo, devolvió el poder a los 16 días, se negó a recibir cualquier recompensa y regresó a seguir arando y cultivando las tierras.
El historiador Tito Livio lo describió como «un hombre con falta de ambición personal, recto, honrado, íntegro y un excelente estratega militar».
Cincinato es el prototipo de rectitud, honradez, integridad y muchas virtudes más, es la antítesis de los ambiciosos con delirio de grandeza, riqueza y omnipotencia que quieren perpetuarse en el poder. Tantas fueron sus virtudes reconocidas por la historia, que el mismo presidente George Washington se inspiró en su ejemplo de lucha, esfuerzo y sacrificio, y nombró a la ciudad del estado de Ohio con el nombre de Cincinnati.
En estas épocas de muy marcada y especial conflictividad, el ideal de Cincinato deberá ser el objetivo prioritario que inspire a los ciudadanos que pretenden liderar los procesos sociales. Nuestros pueblos están urgidos de estadistas capaces que motiven para alcanzar metas, que tengan la capacidad de debatir ideas y sean ejemplo para recuperar la confianza perdida. Líderes comprometidos con las causas comunes, que no se limiten solo a saber dirigir sino también a tener la capacidad para transmitir. Líderes que dirijan con transparencia y compromiso las urgentes reformas económicas, políticas y sociales que necesitamos para superar nuestras ancestrales deficiencias estructurales y que nos permitan salir de este pronunciado letargo de miseria, pobreza y subdesarrollo.
Winston Churchill decía «el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones».
Todo cambio genera incertidumbre, los pueblos y las naciones no prosperan y se mueren cuando la apatía hace presa de sus habitantes, cuando llega el momento en que da lo mismo quede quien quede, cuando se pierde la esperanza, las ilusiones, los sueños y los objetivos por alcanzar. Cuando mirar al norte se convierte en el único camino viable, cuando se comienza a perder el apego por la tierra, cuando se llega al fin del camino y no se encuentra, ni el motivo ni la ilusión por prosperar.
La cooptación del Estado por personas y poderosos grupos de presión es incuestionable, la realidad es esa, una verdad tan evidente que no necesita demostración. Los políticos actuales son divertidamente perversos, completamente perversos, pero son mucho peor cuando pretenden ser virtuosos, virtud que a menudo dicen respetar pero que con frecuencia carecen de ella.
En el viejo refranero español existe un enunciado que dice «es más difícil que buscar una aguja en un pajar», el cual alude a la dificultad de encontrar algo, se emplea cuando se emprende una tarea de éxito dudoso, algo imposible o muy difícil de encontrar. Pareciera utópico pensar que, en medio de la podredumbre en la que vivimos se pueda encontrar un líder con la solvencia y el carisma de Cincinato, pero es imprescindible intentar conseguirlo. De no existir esta remota posibilidad proseguiremos, irremediablemente, con lo mismo de siempre y la caída se hará más que evidente.
No son muy abundantes los ejemplos de líderes visionarios que encabezaron las reivindicaciones populares de sus pueblos. Sin embargo, la historia le tiene reservado un lugar muy especial a Mahatma Gandhi, quien, durante 25 días (12 de marzo al 6 de abril, 1930), lideró a pie un recorrido de 300 kilómetros, la llamada Marcha de la sal enmarcada en su política de desobediencia civil y la no violencia. Esta caminata fue un acontecimiento determinante que condujo a India hacia su independencia del Imperio británico. Al llegar a su destino en el océano Índico, Gandhi fue aclamado por un pueblo sediento de libertad, con la humildad que siempre le caracterizó, dijo «Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante… si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos».
Hace un buen tiempo leí con mucha atención lo que alguien escribió con sobrada visión «Guatemala es como un Titanic que navega a toda máquina en medio de la noche y la niebla cerradas hacia el témpano más grande de su historia«. ¿Lo vamos a permitir?
Luis Felipe Arce

Guatemalteco. Ingeniero civil, por varios años gerente de Producción para Centroamérica de una importante corporación mundial dedicada a la fabricación de materiales refractarios y aislantes. Actualmente, consultor independiente.
Correo: luisarcef@yahoo.com
3 Commentarios
Muy interesante Luicito tocar este tema en edtos momentos de crisis moral a lo largo de todo el planeta, pero nuestra Guatemala nos preocupa ya que todas estad organizaciones que no constituye partidos politicos sinomas bien empresas comerciales que no acaban de entender los paradigmas de la nueva politica en Guatemala y que por no adaptarse corren el riesgo de que sean cancelados mas del 50% al no colocar a un solo diputado y no alcances el 5% de lis votos.
Gracias por levantar este tema en momentos de carencia de liderazgos dignos, integros y visionarios, que por cierto, los hemos tenido pero que sus alas fueron cortadas por los represores de siempre. Ilustres heroes caidos como Meme Colom, Alberto Fuentes, Fito Mijangos y otros cuyos liderazgos se encaminaban a resolver problemas colectivos y alejados de cualquier ambicion personal.
Los liderazgos de hoy son individualistas que van tras el botin empujados por el afan de lucro. Su doctrina es el triunfo de su eficientismo personal forjado en la idea de aprovecharse de lo publico y favorecer a las redes politico economicas que le patrocinan, con lo cual un Cincinato hoy, deviene casi imposible y de surgir, sin duda que seria difamado, perseguido y declarado como un tonto o loco idealista.
Que bueno saber lo de Cincinatti. Gracias.
Mi querido Guichín, Has tocado un tema que entre nosotros (vos y yo) es común y se refiere a la absoluta carencia de líderes y por consecuencia lógica, los liderazgos no pueden existir y por lo tanto vamos a la deriva sin remedio, amen que aparezca por allí algún chapulín colorado como Cincinato y que de inmediato se hará rodear por gente oportunista de la metrópoli y/ó de los politiqueros tradicionales que como siempre solo llegan a servirse y hacer su Agosto; ó me equivoco?….. empezando por los comunicadores sociales (generalizando) que son el reflejo real del nivel de educación que tenemos y no digamos el resto de entidades que dependen de nuestro entorno social.-
Buen tema y muy apropiado para este período eleccionario ó electorero.
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