Chile chapín: la conquista

-René Boroughs-

El miércoles 13 de marzo de 1697 se completó la conquista militar de Guatemala. Es el aniversario del sometimiento de los lacandones en el Petén. Los mapuches mantuvieron zonas independientes en el sur de Chile hasta el siglo XIX.

La resistencia fue posible gracias a tradiciones antiguas y al comportamiento de los conquistadores, fuente de indignación y sublevación que dura hasta nuestros días.

La superioridad tecnológica explica en parte la conquista de América. Al uso mortífero de la pólvora y el acero. A la movilidad ofensiva gracias al uso de la rueda y de caballos se deben agregar las alianzas con pueblos indígenas para someter a sus rivales. Esto necesitó flexibilidad y capacidad de adaptación del invasor. Esas cualidades no se manifestaron en la aplicación de sus leyes y designios a los invadidos.

Los indios k’iche’ creyeron que castellano y caballo eran un solo ser.

Esta creencia no fue finalmente del todo falsa. Se puede entender que el animal domado daba la impresión de unidad con el caballero. Los k’iche’ no tuvieron tiempo para darse cuenta de la alucinación en medio de la violencia de los combates; de la precipitación de la llegada de esas tropas mixtas, con enemigos conocidos aliados con el misterio de fuerzas destructoras nunca vistas por ellos. La animalidad con que los conquistadores trataron a los nativos confirma la primera intuición de los vencidos.

¡Ya no es el tún! ¡Ya no es Tecún!
¡Ahora es el tán-tán de las campanas,
Capitán!

Gracias a informaciones de nativos rivales, los españoles aprendieron a conocer a sus adversarios.

Ya se había observado, como refiere el Popol Vuh, que la invitación de un extraño no reflejaba siempre la hospitalidad que para los griegos antiguos era un requisito para ser considerado como perteneciente al mundo civilizado. El bárbaro somete al extranjero a pruebas de las que solo habría un superviviente o lo elimina sin exponerse a esos peligrosos ejercicios, en su propio terreno.

Pedro de Alvarado le aplica a los reyes enemigos ese método en su campamento. En Q’umarkaj quemó vivos a los reyes k’iche’.

Si un desertor hubiera podido dar informacion a los k’iche sobre los españoles, tal vez lo hubieran hecho desaparecer con sus conocimientos. En todo caso, el combate entre Pedro de Alvarado y Tecún Umán en 1524 fue simplemente un sacrificio humano. El rey k’iche tenía 20 anos de edad.

Diez anos después, en las lejanas y australes latitudes de Chile, nace Lautaro. En esas instancias, no había habido grandes templos ni ciudades pero se tiene memoria de una tradición semejante a la del Popol Vuh, cimiento de una civilización.

Impregnado de las tácticas hispánicas, Lautaro se va del campamento en el que había crecido y es recibido por los suyos como jefe natural. Lleva consigo suficientes animales para asegurar la cría de ese precioso aliado. En la batalla de Tucapel Lautaro da muerte a Pedro de Valdivia.

Lautaro muere en un ataque español en 1557, tenía un poco más de 20 años. Se dice que sus crueles actitudes le valieron ser traicionado.

A pesar de las diferencias, Lautaro y Tecún Umán guardan en común una tradición de juvenil resistencia. Alvarado y Valdivia dejan un recuerdo de inhumana violencia. Los dos Pedros murieron en manos de indígenas.

Chiltepe chileno: la colonización

La cruz acompañó a la espada. En efecto, la religión tuvo mucha importancia en el sometimiento de las poblaciones conquistadas de América. Un trabajo de observación de las poblaciones nativas facilitó la transmisión de la fe cristiana. Pero los indígenas se convirtieron en apariencia a la moral católica. En Guatemala, la semejanza entre Cristo y de los gemelos del Popol Vuh facilitó el sincretismo.

La religión de los mapuches testimonia de la existencia de dos mundos superiores y dos inferiores, similares a los cielos y al reino de Xibalbá de los antiguos mayas. En esos cultos, los iniciados se entregaban a ejercicios que permitían viajar en vida entre el mundo presente, infierno y paraíso. Esta posibilidad no es contemplada en la religión católica.

El catolicismo debería ser compartido por amo y esclavo. La enseñanza del idioma tenía mucha importancia para transmitir la de las escrituras además de cimentar las bases de la comunicación y la vida social organizada. La moneda como valor de intercambio se impuso paulatinamente. El valor de las cosas estaba relacionado con el del oro que tenía un valor diferente para los invadidos.

Esta adicción al precioso metal no era una innovación ibérica. Un becerro de oro fue idolatrado por el pueblo de Israel cuando Moisés subió a recibir los diez mandamientos de la mano de Dios. A su regreso, al darse cuenta de lo que había pasado, hubo muertos. Aunque matar estaba explícitamente prohibido en esos mandamientos. Los inquisidores trataron con crueldad a los que consideraron herejes usando suplicios. Nada más lejano de las enseñanzas del que consideraban el Mesías.

Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Para los católicos, Cristo había delegado a Pedro la construcción de su iglesia. Pero dijo que su reino no es de este mundo. Pedro de Alvarado y de Valdivia se empeñaron en apropiarse lo que encontraron en el nuevo. Ambos cometieron crímenes abominables. Ambos murieron en manos de insurgidos.

Pasaron 4 siglos y en 1973 el general Augusto Pinochet condujo el golpe de Estado en que murió el presidente Salvador Allende. Fue el comienzo de una diáspora que no ha terminado hasta nuestros días. Pinochet, a pesar de múltiples tentativas evitó ser juzgado pero fue asignado a residencia.

Diez años después, en Guatemala, era derrocado el general Ríos Montt.

Pinochet se declaró católico, apostólico y romano. No creía en la ingenuidad de una historia diferente. Fue implacable en la persecución de la más altas aspiraciones de una generación. Se le atribuyen delitos, estafas y asesinatos.

Ríos Montt pertenecía a la religión del Verbo. Evangelista convencido, intentó hacer un credo de «frijoles y fusiles». Su participación en genocidios fue demostrada. Veinte años más tarde fue juzgado genocida. Su condena no ha podido ser materializada gracias a un artificio judicial.

Los dos generales hicieron uso absoluto del poder para luego ocupar los más altos cargos en los congresos de sus países.

La paradoja de la historia quiso que fuera en España donde se iniciaron los emplazamientos jurídicos contra Pinochet y Ríos Montt. Pero lo que los asemeja todavía más es la impunidad.

La historia conocida de América es una variante de la violencia de la humanidad. Pero los olvidados pueden emitir su luz cuando se disipa la polvareda que dejan los caballos y los tanques en el criminal camino de las guerras. Y los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.


Todas las imágenes utilizadas en este texto fueron proporcionadas por René Boroughs.

René Boroughs

Vive en Francia desde hace un cuarto de siglo. De formación científica, se interesa por la historia y el arte. Frecuenta grupos de teatro y de creación multimedia. Milita por la libertad, la igualdad y la fraternidad entre los seres humanos.

Un Commentario

Luis Pedro 11/02/2018

Magistral texto! Felicitaciones.

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