Central Nacional de Trabajadores (CNT)

Ruth del Valle Cóbar | Política y sociedad / HILANDO Y TEJIENDO: MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS

El 21 de junio se conmemora en Guatemala el Día de la Desaparición Forzada, motivado por el secuestro masivo de los dirigentes sindicales de la CNT en 1980, alrededor de las 3 de la tarde. El hecho fue registrado por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico CEH) en caso ilustrativo No. 51. Su sede quedaba en la 9ª avenida entre 4ª y 5ª calle de la zona 1, es decir, dentro del cuadrante de protección, vigilancia y control que las fuerzas de seguridad mantenían y aún mantienen por la cercanía con el Palacio Nacional y la Casa Presidencial. Era el gobierno militar de Romeo Lucas García, cuyo ministro de Gobernación era Donaldo Álvarez Ruiz.

El operativo fue realizado por “hombres fuertemente armados vestidos de particular y con los rostros cubiertos”, como solían conducirse los represores. Según testigos, rompieron violentamente las puertas y se llevaron con lujo de fuerza a los dirigentes que se encontraban en la reunión; asimismo sustrajeron información y documentos. Cabe mencionar que el tráfico fue desviado por la policía en los alrededores del lugar.

Esa mañana había sido asesinado Edgar Aldana Ruano, dirigente del sindicato de Coca Cola, miembro de CNT. La dirigencia tenía programada una reunión en la CNT para esa tarde y, ante esta situación, decidieron cancelarla, pero no lograron avisar a todos, según uno de los sobrevivientes, quien alcanzó a ver alrededor de sesenta hombres fuertemente armados de metralletas, con los rostros cubiertos y vestidos de particular.

Cuando las fuerzas de seguridad invadieron la sede, había alrededor de 30 personas adentro. Según los testigos, solo tres personas lograron escapar. Fue un operativo relámpago que no duró más de cinco minutos. Aunque no se ha logrado tener certeza de la cantidad de personas, se considera que 27 fueron detenidos ese día, que es la cantidad que la CEH pudo identificar.

Según la investigación de la CEH y lo mencionaron los sindicalistas después del hecho, los “agentes del Estado y los empresarios” habían infiltrado a la CNT, no solo con personas, sino poniendo micrófonos por toda la casa.

En enero de 1979 ya habían hecho estallar una bomba en la sede de los trabajadores y se había realizado varios allanamientos en los cuales sustrajeron archivos de la organización. La dirigencia era seguida por vehículos sin placas, tripulados por hombres armados quienes, descaradamente los amenazaban.

La CEH documentó que el gobierno siempre negó su responsabilidad, pero que “el vicepresidente de la República, Francisco Villagrán Kramer, aseguró a la embajada de los Estados Unidos, el 24 de junio de 1980, que los desaparecidos se encontraban en el destacamento militar Berlín, ubicado en Coatepeque…”; asimismo, los documentos desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos, indican que la operación “tiene todos los rasgos de una operación de elementos de seguridad”, resaltando el hecho de que el tránsito hubiera sido desviado para facilitar el operativo.

Este es otro de los casos que espera justicia en Guatemala, junto al de los sindicalistas que el 24 de agosto del mismo año fueron detenidos en la Finca Emaús Medio Monte, Escuintla, por las mismas fuerzas de seguridad (policía nacional, policía judicial y ejército) y cuyo paradero aún se desconoce.

Las más de 45,000 personas detenidas desaparecidas durante la guerra terrorista y genocida del Estado guatemalteco siguen esperando la justicia.


Ruth del Valle Cóbar

Feminista, defensora de derechos humanos, investigadora social, constructora de mundos nuevos. Ha pasado por las aulas universitarias en Ciencia Política, Administración Pública, Psicología Social, Ciencias Sociales. Transitado del activismo social al político, incluyendo movimientos sociales, organizaciones sociales, entidades gubernamentales y del estado.

Hilando y tejiendo: memoria y derechos humanos

0 Commentarios

Dejar un comentario