Cash Luna debe rendir cuentas

Ricardo Barrientos | Política y sociedad / MANIFIESTO

Los señalamientos en contra del pastor de la iglesia neopentecostal Casa de Dios son muy graves, por lo que debe rendir cuentas y facilitar las investigaciones.

Por supuesto, Carlos «Cash» Luna goza plenamente de su derecho de presunción de inocencia, como lo debe gozar cualquier otro ciudadano. Sin embargo, ese derecho no le confiere inmunidad, ni lo exime de ser investigado.

Los señalamientos realizados por Mauricio Herrera, según un reportaje de la cadena televisiva Univisión un allegado a la familia de Marllory Chacón (narcotraficante guatemalteca conocida como la Reina del Sur y quien purga una condena en Estados Unidos) y expiloto del narcotráfico colombiano, son en extremo graves, y redoblan la necesidad de una investigación a fondo por parte de las autoridades guatemaltecas y de otros países.

Que Luna y Chacón se conocen y se relacionaron en el pasado es un hecho, y hasta el momento Luna no lo ha negado. Lo que las investigaciones deben esclarecer es qué tipo de relación existe entre ellos, y si se encuadra en algún tipo delictivo penado por la legislación guatemalteca o internacional. Como primer nexo evidente entre Luna y Chacón es el hecho que eran vecinos en un sector opulento de carretera a El Salvador.

Sin embargo, las sospechas serias y responsables sobre el origen del abundante caudal de dinero que ha recibido Luna y que le permite ostentar un estilo de vida caracterizado por la suntuosidad y la opulencia cotidianas, no son nuevas. El primer caso de corrupción que rozó muy de cerca a Luna es el escándalo de la bandera gigante que Roxana Baldetti le donó en 2013 a Casa de Dios. El dominio de esa bandera fue extinguido por la Secretaría Nacional de Administración de Bienes en Extinción de Dominio, luego de que el Ministerio Público (MP) demostrara su origen ilícito en la red criminal de Baldetti.

Pero la necesidad de investigar a Luna y su imperio de opulencia religiosa no se justifica solamente por una vecina narcotraficante condenada en Estados Unidos y una bandera que le regaló Baldetti. La historia de enriquecimiento sospechoso de Luna se remonta a unos 25 años atrás, según investigó la periodista Paola Hurtado, quien recientemente nos recordó el reportaje de su autoría titulado «Efectivo Cash», publicado por elPeriódico el 5 de junio de 2005. En ese reportaje, Hurtado aseguraba que el templo anterior de Casa de Dios, ubicado también en carretera a El Salvador, costó alrededor de Q 30 millones. El megatemplo actual costó alrededor de USD 45 millones, más de 11 veces el costo del templo anterior… ¿De dónde ha salido tanto dinero en tan poco tiempo?

Para responder con la verdad a esta pregunta es qué tan relevante es el testimonio de Herrera a Univisión. Por la magnitud y gravedad del asunto, en mi opinión el Estado guatemalteco debe con urgencia conformar una fuerza de tarea integrada como mínimo por el MP, la Intendencia de Verificación Especial de la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia de Administración Tributaria, con la posible adición de la Contraloría General de Cuentas, en caso se detectara el uso de fondos públicos guatemaltecos. Además, esta fuerza de tarea nacional debería complementarse con la participación de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), el Departamento del Tesoro y el Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas inglés), entre otras agencias estadounidenses y sudamericanas.

Solo con una investigación exhaustiva es que podremos ver quién en realidad es Cash Luna, un verdadero siervo de Dios u otro un mafioso estafador de almas y corazones, de los tantos televangelistas que tarde o temprano han sido descubiertos.

Ricardo Barrientos

Especialista en temas de política fiscal. Fungió como viceministro de Finanzas Públicas de Guatemala en 2009-2010. Consultor independiente sobre política fiscal, evaluación y seguimiento de políticas públicas. Ha publicado trabajos sobre política tributaria y análisis de la evasión tributaria en Guatemala.

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