Carlos Enrique Fuentes Sánchez | Política y sociedad / EL EDUCADOR
Son pocas las cosas buenas que, en este año que va finalizando, se pueden decir de Guatemala, de su sociedad y nada bueno de su gobierno. Es un contraste bárbaro entre las pocas cosas buenas y el alto número de hechos negativos que muestra este país. Vale la pena comenzar enunciando las buenas.
La despedida del cantautor Ricardo Arjona, en su gira mundial Circo Soledad, toda una crítica político-social al gobierno, fue grandiosa. Miles de aficionados se dieron cita para aplaudirlo como se merece y salieron satisfechos, no solo por su exquisita interpretación, sino por los mensajes de humildad y humanismo que expresó durante su despedida. Bien por él y por Guatemala. También es importante reconocer la condena a los miembros de la red que vendió favores en los presidios, con lo cual se continúa asestando golpes a los ladrones de cuello blanco, que se resisten a creer que hayan sido descubiertos y, más aún, juzgados y condenados. Bien por la justicia y bien por Guatemala.
Pero a partir de allí, se han dado hechos como el contubernio descubierto en el seno del Congreso, cuando la diputada Back, de Alianza Ciudadana, gritó a los de la bancada de la UNE, como ellos habían apoyado el paso del artículo 407 N del Código Penal a cambio de que los otros apoyaran el transfuguismo que pretenden. Asco de contubernios que vuelve a dejar en evidencia la calaña de diputados, casi general, que se tiene en el Congreso. Seguido a esto, el favor que un juez le hace al diputado Alejos, acusado de tráfico de influencias, al recomendar que conserve su inmunidad. Afortunadamente, los magistrados pueden revertir esa decisión y continuar con el análisis del caso.
¡Y qué decir de la propaganda anticipada que dos ministros están llevando a cabo a través de la televisión! Ojalá el Tribunal Supremo Electoral tome en cuenta estas acciones, para impedir que tales personajes puedan participar en las próximas elecciones, ya que están empleando dinero del pueblo para sus intereses personales. En este aspecto político es también necesario destacar cómo el presidente de la República otorga la Orden del Quetzal a un embajador que insultó a un miembro de la sociedad civil guatemalteca. ¡Es increíble hasta dónde se puede llegar en el afán de proteger y premiar a quienes defienden la corrupción y la impunidad mostrada en este Gobierno!
Por otro lado, las propuestas de ampliar el presupuesto del Ministerio de la Defensa a cambio de disminuir los presupuestos de la USAC y del sector justicia, además de no prever un aumento del presupuesto del Ministerio de Salud para satisfacer las necesidades de los médicos. ¡Vaya propuesta descabellada!, en un país donde el Ejército es también fuente de corrupción y sirve de nada para la seguridad en las fronteras. Pero, obvio, es importante debilitar la justicia, para que los delincuentes continúen haciendo de las suyas en el país.
En cuanto a la disminución en el presupuesto de la USAC, es como una venganza de los gobernantes ante las múltiples críticas que la Carolina ha emitido contra este Gobierno y sus representantes. Si ciertamente la mayor parte del presupuesto se emplea para pagar salarios, también es cierto que los profesores y estudiantes a su cargo, en su proyección a la comunidad, devuelven con creces tales salarios. No obstante, la sugerencia de una columnista de que tales fondos sean controlados no está demás, de tal manera que los mismos tengan el destino para el cual fueron planteados y se acallen los rumores de malversación y corrupción en esa casa de estudios. Igualmente, es necesario considerar las protestas de los médicos y satisfacer sus demandas, que son mucho más válidas que las de un Ejército tan criticado.
Finalmente, dos hechos más: el que algunos empresarios y comerciantes continúen subvaluando los productos que ingresan al país, para pagar menos impuestos y continuar con la corrupción. ¿Cuándo aprenderán que ya no es posible seguir actuando con tal descaro? Aparte de los ajustes realizados, las autoridades deben continuar procediendo legalmente contra tales delincuentes. En cuanto a la canasta básica alimentaria, la misma llega ahora a Q 3 567.78 mensuales y la canasta básica vital se ubicó en Q 8 237.77 mensuales. ¿Cómo puede un trabajador que percibe el salario mínimo, Q 3 000.00 aproximadamente dar de comer a su familia todo el mes? ¿Y los que «regalan» su trabajo por Q 1 000.00 o Q 1 500.00 mensuales? El país de la injusticia social. Los ricos siguen enriqueciéndose gracias a la explotación que hacen de sus trabajadores. ¿Y el Gobierno qué hace al respecto? Muy bien, gracias. Asco de Gobierno.
Carlos Enrique Fuentes Sánchez

Pedagogo y Educador, con 40 años de experiencia docente en los diferentes niveles del Sistema Educativo nacional; surgido de los barrios pobres de la Capital pero formado en diferentes departamentos de la republica. participante y decisor en procesos y redacción de documentos de trascendencia en la educación nacional en los últimos años. Asqueado de la historia de injusticia social que vive Guatemala desde la invasión Española, así como de la historia de masacres y crímenes políticos sufridos por la población, aspira a una Guatemala diferente, justa, democrática y humana, a la cual se pueda llegar por medio de una educación popular y revolucionaria, para todos y todas.
0 Commentarios
Dejar un comentario