Arzú, el defensor de Jimmy

-Ricardo Barrientos / MANIFIESTO

La justicia es lenta y difícil. Arzú se acerca a su final, desenmascarado como un vil corrupto y ladrón, cómplice de Byron Lima.

Quizá comparable solo con José Efraín Ríos Montt, Álvaro Arzú Irigoyen es uno de los políticos «exitosos» de Guatemala, no por su honestidad y compromiso legítimo, sino por la gran habilidad de engañar a las masas. Tras tres décadas de ostentar varios estamentos de poder, hoy Arzú ha degenerado en un avaro, abusivo, racista, flemático, agresivo y prepotente descarado.

Sin embargo, la senilidad que le aqueja ya en la que por naturaleza es la etapa final de su vida, pero sobre eso, tantos años de rodearse de aduladores rastreros, corruptos de cuello blanco impunes y de gozar de la victoria electoral de votantes que sostienen la preferencia por el menos peor, le han separado de su propia realidad. Le han hecho creer que es invencible, superior a los demás, y, quizá su peor y más letal error, que el poder es para siempre. Incluso, en sus ridículas ínfulas criollas de nobleza española, pareciera que quisiera crear con sus hijos una suerte de dinastía municipal.

Siguiendo esta arrogancia y de décadas de impunidad, no solo se siente fuera del alcance de la Cicig, del Ministerio Público (MP) y de todo el sistema de justicia, sino que está demostrando estar convencido que él está por encima de la ley y que posee poderes de ser superior. Poderes que supuestamente lograrían rescatar la presidencia de Jimmy Morales, quien, reiterando su ya bien conocida inutilidad y torpeza políticas, se ha creído el cuento de la superioridad de su ahora amo y maestro Arzú.

Pero nada de eso. Las investigaciones de la Cicig y el MP han efectivamente abierto la caja de Pandora, puesto que por fin ha salido la verdadera naturaleza de Arzú y su grupo: ladrones y corruptos que merecen juicio y castigo de conformidad con la ley. Esperaría que quienes quieran insistir en defenderlo y adularlo, tengan una dificultad enorme para explicar los negocios sucios con personajes como Byron Lima Oliva, su esposa, su hermano y toda la organización criminal que dirigió desde la cárcel.

No dejan de sorprender las declaraciones del propio Arzú, que, iracundo, profirió durante el escándalo que protagonizó durante la conferencia de prensa de la Cicig y el MP. Claramente convencido de su superioridad ante la ley, de su inagotable y eterna capacidad de permanecer impune, hasta tuvo la desfachatez de confirmar algunos de los elementos de las acusaciones de los entes investigadores: no negó su relación con los Lima y públicamente reconoció haber participado, sino haber sido uno de los principales conspiradores y autores intelectuales, en el intento de expulsar al comisionado de la Cicig.

Uno puede solo imaginar la frustración de Jimmy Morales al ver a su amo y maestro Arzú, ser tratado como igual ante la ley, como un ser que no es superior. Supongo que en sus pesadillas abunda el pánico y el horror de darse cuenta que si Álvaro Arzú no puede continuar impune, mucho menos él. Me pregunto, ahora con su amo y maestro Arzú tambaleándose, ¿hasta cuándo Morales podrá sostener su pantomima de firmeza y fortaleza en la Presidencia?

Tras el escándalo del apoyo de los narcoganaderos a Jimmy Morales, la semana pasada me preguntaba ¿quién todavía se anima a defender a Morales? El mismo Arzú respondió: nadie menos que él, un megalómano, caricatura de criollo fascista con ínfulas tufosas de realeza española, que se cree superior a la ley y que por su trabajo tiene derecho a impunidad. Yo digo que les respondamos: ¡a los tribunales ambos!

Ricardo Barrientos

Especialista en temas de política fiscal. Fungió como viceministro de Finanzas Públicas de Guatemala en 2009-2010. Durante el período 1994-2005 se desempeñó como director y asesor técnico en la Dirección de Análisis y Evaluación Fiscal de ese mismo ministerio. Como consultor independiente ha realizando trabajos de investigación sobre política fiscal, así como sobre evaluación y seguimiento de políticas públicas. Ha publicado trabajos sobre política tributaria y análisis de la evasión tributaria en Guatemala. Fue consultor independiente para el Grupo Promotor del Diálogo para el Pacto Fiscal, responsable de cubrir el área de tributación indirecta. Realizó estudios de doctorado en Matemática en la Universidad de Barcelona, España, (2005-2006). Tiene un certificado en Tributación Internacional de la Universidad de Harvard, Estados Unidos (2000). Es matemático en el grado de licenciado por la Universidad del Valle de Guatemala (1995).

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