Apuntes para una cartografía de lugares filmados en Guatemala (X). Apuntes finales a manera de conclusión

Edgar Barillas | Arte/cultura / RE-CONTRACAMPO

Podríamos preguntarnos, ¿para qué sirve esta enumeración de lugares filmados en el país? ¿para qué una cartografía de las locaciones? ¿Para hacer el recuento de los bienes del paraíso? ¿Fuegos fatuos? Evidentemente no se trata solo de un juego mnemotécnico o de malabarismo geográfico, aunque a veces lo parezca. Pero vamos más allá de lo aparente, de lo que brilla. Las locaciones se seleccionan por sus ventajas sobre otras posibles. Ahí entran factores económicos, pero también de logística. Filmar a Tarzán en Guatemala –aún con las dificultades planteadas por Ogden– resulta más barato y más práctico que filmar el África, por la cercanía del país con los estudios estadounidenses. Lo mismo resulta para los productores y realizadores mexicanos. Más bien, aquí cabría preguntarnos por qué si solo un país nos separa de aquellas capitales financieras del cine, no tenemos más filmaciones y sí las tiene Costa Rica (el primer episodio de Jurasic Park, para no poner más que un ejemplo), no demasiado pero evidentemente más lejos. Las respuestas transitan en los campos de la certeza jurídica (los seguros para el personal y los instrumentos, v. g.), de la existencia o no de personal calificado, de las facilidades burocráticas, de la seguridad, de las vías de comunicación, etcétera.

Pero la selección de las locaciones también tiene que ver con el imaginario de los cineastas (los creadores); de los inversores, de los distribuidores, de los exhibidores (o sea, los de la plata); y, consciente o inconscientemente, de los públicos (los que, en última instancia, son los que financian el espectáculo). La escenografía tiene que ser, en primer lugar, creíble, pero también apetecible. O despreciable, según se vea. Lo que no puede ser es aséptica, a menos que el guión así lo requiera (y muchas veces así lo requieren). Aquí tienen que ver las modas que persuaden, los gustos que se imponen, las necesidades que se inducen, los sueños que se sugieren. Las filiaciones y también las fobias (que condicionan qué hay que descartar o descalificar). Las películas que cuentan con presupuestos altos pueden sopesar todas estas variables. Las películas sin recursos tienen que filmar en donde se puede y se buscan locaciones en el campo o en las ciudades porque no se dispone de las finanzas necesarias para afrontar los sets construidos, los lugares simulados.

En cualquiera de las dos opciones (con recursos o sin ellos), la mirada del cineasta y del productor es siempre la mirada del otro. El cine nos cuenta historias de otros que tratan de que pensemos que son nuestras y para ello se apoyan en los lugares filmados, simulados o reales. Por ello las amamos y las sufrimos. Al terminar la función, hay lugares en los que quisiéramos estar y otros que quisiéramos evitar. Las ruinas de La Antigua Guatemala pueden ser sitios donde viven horrendos seres o bien el lugar bucólico con que sueñan los románticos. Los prejuicios y los estereotipos también tienen la palabra en los discursos cinematográficos. Zaculeu no era lo suficientemente salvaje como debiera ser y por ello se le agregaron los objetos que la hicieran lo suficientemente alejada de la civilización como para que Tarzán estuviera en su rol de civilizador. Los protagonistas de Rough magic salen de una sociedad pulcra y organizada (Estados Unidos) para caer en un México sucio, lleno de tramposos e incultos.
Visualizar esa geografía es acercarnos a esos lugares y examinarlos a la vez que nos examinamos a nosotros y a los otros. Y el recuento nos permite también hacer palpables los lugares aún por descubrir. Los que merecen ser compartidos a través de la pantalla. Los sitios que son potenciales locaciones. Y nos permiten acercarnos a las mentalidades del realizador y del inversor, tanto como a las del espectador. De los que envían los mensajes y de los que los consumimos. El recuento de lugares es, pues, solo el principio de una historia por construir.


Edgar Barillas

Guatemalteco, historiador del cine en Guatemala, investigador de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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