Apuntes de ayer y hoy

-Manuel Fernández-Molina / APUNTES DE AYER Y HOY

En la Guatemala de 1821 hubo una relación estrecha entre la actividad teatral y el proceso para conseguir la independencia política de España. El teatro tuvo una importancia especial como transmisor de mensajes. En esa época no había radio, no había cine, no había televisión, y las escenificaciones eran un medio fácil para comunicar ideas.

En la ciudad de Guatemala el teatro se hacía en patios de casas o en locales de los mercados. La ciudad era nueva, pues la antigua capital había sido destruida por un terremoto en julio de 1773, y esta nueva localidad se había comenzado a construir en 1776. Era una pequeña urbe que estaba naciendo con paso lento. El padrón o censo de 1794 daba 24 434 habitantes, y a finales de 1814 apenas pasaba de 25 000 moradores. Hacia 1821 la ciudad andaría en unos 26 000 vecinos. Las casas eran de un solo piso.

Personajes importantes para la historia del teatro en Guatemala y para la de la independencia son los hermanos Bedoya González: Dolores, Mariano y Cayetano. Ella se casó el 9 de febrero de 1804 con el médico Pedro Molina, quien fue el principal pensador de la línea liberal en el proceso de independencia. Mariano Bedoya fue uno de los protagonistas de la llamada Conjuración de Belén, de diciembre de 1813; entonces llevaba 14 años de trabajar como escribano de tercera categoría en la Real Hacienda. Cayetano fue básicamente agricultor, aunque en los años que estamos estudiando se atrevió a ser empresario teatral. En enero de 1821, Cayetano solicitó ingresar como amanuense a la Escribanía de Cámara. Los tres hermanos Bedoya González fueron luchadores de la línea liberal por conseguir la independencia política de España.

En 1821 dos personajes políticamente adversarios entre ellos pidieron al Ayuntamiento de la ciudad de Guatemala licencia para presentar obras de teatro. Se trataba de un maestro novohispano, José de Oñate (conservador a ultranza), y Cayetano Bedoya (liberal). La solicitud de Bedoya era del 13 de febrero y la de Oñate del 20 del mismo mes. El Ayuntamiento decidió otorgar la autorización únicamente a Oñate, y justificaba esta decisión como una compensación a que en 1819 se le había cancelado a Oñate el permiso para operar un teatrito en dos locales del mercado municipal, que le habían autorizado y después cancelado.

Cayetano Bedoya sostuvo otro punto de vista; él aseguró que la licencia para Oñate, y la exclusión de él, obedecía únicamente a motivos políticos, por ser Oñate de línea conservadora. El mismo día que recibe la negativa (2 de marzo) le escribe a un familiar, asegurándole que el Ayuntamiento conservador lo mira como “sospechoso de tumultuario por mi profundo amor a la libertad”. Tras varias apelaciones, el 8 de mayo, el Ayuntamiento decide otorgar también a Bedoya la autorización para representar comedias.

Los hermanos Bedoya usaron esta licencia inmediatamente, pues el sábado 26 de mayo estrenaron un programa de dos comedias, y una de ellas se debía a la pluma de Mariano. La obra se presentó al público en mayo y junio, y después en septiembre. En junio tuvo solamente cuatro funciones, pero volvió a presentarse el 1º y el 2 de septiembre; es decir dos semanas antes de la declaratoria de independencia. Se trataba de ¿El abogado del diablo o el abogado de Dios?, cuyo personaje principal se llamaba “Francisco de Arrojo” y representaba al líder independentista mexicano Nicolás Bravo Rueda, de línea política liberal, con quien los hermanos Bedoya estuvieron en contacto en varias ocasiones. No tenemos noticia del elenco total de estas escenificaciones, pero en ellas participaron el propio autor, Mariano Bedoya, Manuel Ramírez Asteiguieti, Absalón Díaz, Miguel Ralón y un salvadoreño que comenzaba a estudiar leyes en Guatemala, Remigio Meida, quien era de los más entusiastas jóvenes liberales.

La semana próxima continuaré estos apuntes, que aquel otoño del 1821 tuvieron un final trágico para los Bedoya y para Meida.


Continuará.

Manuel Fernández-Molina

Profesor retirado de Historia, interesado en la europea, especialmente española. Actualmente docente de Historia Global en el Colegio Humanístico Costarricense, campus Coto.

Apuntes de ayer y hoy

2 Commentarios

Ingrid 02/12/2017

Me gusta mucho leerlo, me imagino cada cosa que describe como si estuviera ahí.

    Manuel 11/01/2018

    Muchas gracias por sus palabras. Aprecio mucho su opinión.

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