Ruth del Valle Cóbar | Política y sociedad / HILANDO Y TEJIENDO: MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS
Don Antonio Obando Sánchez nació el 10 de mayo de 1902 en Amatitlán, Guatemala, en medio de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, quien «gobernó» Guatemala de 1898 a 1920 a través de diversos fraudes e imposiciones, hasta que fue derrocado. Paradójicamente, fueron sus propios correligionarios quienes promovieron declararlo mentalmente incapaz, en función de la ingobernabilidad que producía su autoritarismo e incapacidad.
En la época se formó el movimiento unionista, el cual, con apoyo de las fuerzas sociales (estudiantiles y sindicales), impulsó una lucha armada para derrocarlo, respondiendo Estrada Cabrera incluso con un bombardeo a la ciudad.
Obando Sánchez aprendió carpintería, oficio que le acompañaría durante toda su vida. Como artesano, se vinculó al movimiento sindical de la época, dirigido por Silverio Ortiz, fundando el Comité Patriótico de Obreros.
En 1924 se afilió al Partido Comunista de Centro América, por lo que participó en el 6º Congreso de la Tercera Internacional Comunista, realizado en 1928 en Moscú. Esto le valió para que el Gobierno de Jorge Ubico lo condenara a muerte, pena que le fue conmutada y pasó 14 años en prisión; fue liberado con la Revolución de 1944. De no haber sido conmutada su pena, podría haber seguido la suerte de Juan Pablo Wanright, hondureño, quien fue fusilado en esa oportunidad.
En su trabajo sindical fue cofundador de la Escuela Claridad, para la formación de los obreros y obreras. Ahí conoció al líder comunista y sindicalista salvadoreño Miguel Mármol, con quien le unió amistad estrecha hasta el fallecimiento de este.
Con la contrarrevolución de 1954 tuvo que irse al exilio, en cuyo periplo conoció al dirigente magisterial y comunista Víctor Manuel Gutiérrez. En su exilio en Argentina, también fue encarcelado.
Regresó en 1958 a Guatemala, cuando falleció su madre, teniendo que entrar con un salvoconducto al país. Se reincorporó al movimiento sindical a través del Sindicato de Madera y Vidrio que era parte de la Federación Autónoma Sindical Guatemalteca (FASGUA), lo que lo llevó varias veces a la cárcel. Durante el Gobierno del general Mejía Víctores fue detenido por la G”, es decir la inteligencia militar, cuando tenía 81 años (2 de abril de 1984); el hecho ocurrió en su taller de carpintería, el cual fue saqueado. Lo mantuvieron desaparecido y fue fuertemente agredido físicamente, hasta el 16 de mayo (mes y medio) cuando fue liberado. Esto consta en el documento conocido como Diario Militar con el número 106.
Falleció el 12 de octubre de 1994 cuando tenía 92 años, después de toda una vida de lucha.
Conocí a don Tonito a mediados de la década de los 70, siendo yo estudiante de secundaria, cuando participaba en el movimiento estudiantil. Tuve la ocasión de visitar la casa de una compañera con quien estudiábamos textos revolucionarios en nuestro afán de comprender mejor la historia y la situación del país. Esa tarde estaba don Tonito en la casa porque era amigo de la familia. Nunca voy a olvidar la calidez con la que ese señor grande (visto desde mi adolescencia) se puso a contarnos la historia del país, todo el siglo de historia, de lucha, de injusticias y desigualdades. Creo que comprendí más a Guatemala desde los ojos y la dulce voz del carpintero que nos hablaba. En ese momento no supe quién era. Muchos años después me enteré quién había sido quien me introdujo en el conocimiento y comprensión de la necesidad de cambiar este sistema, esta sociedad, este país injusto y desigual.
Don Tonito no aparece en los textos oficiales; pocas personas han escrito y recordado su memoria, como Miguel Ángel Albizures, Oscar Clemente Marroquín, Edgar Ruano, entre otros. Hay un precioso documental hecho por la Asociación Comunicarte, llamado De los de siempre, que relata su vida aguantando palo y sangre, exilio y sombra… un sencillo proletario, de los de siempre.
COMUNICARTE. Antonio Obando Sánchez: De los de siempre de Red Centroamérica Comunica en Vimeo.
Fotografía principal, Antonio Obando y Miguel Mármol, por Arturo Albizúrez.
Ruth del Valle Cóbar

Feminista, defensora de derechos humanos, investigadora social, constructora de mundos nuevos. Ha pasado por las aulas universitarias en Ciencia Política, Administración Pública, Psicología Social, Ciencias Sociales. Transitado del activismo social al político, incluyendo movimientos sociales, organizaciones sociales, entidades gubernamentales y del estado.
Un Commentario
Ruth, Gracias por presentarnos a Don Tonito, Uno mas de aquellos seres necesarios para nuestra historia. De los que aun habiendo echo mucho se les conoce poco (tierra e historia ingrata la nuestra). Es un privilegio haber estado frente a este tipo de seres humanos y mas aun escuchar de primera mano sus incomparables lecciones. Ellos y ellas nos inspiran a seguir trabajando por alcanzar un futuro mejor.
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