Antiguas huellas teatrales, siglo XVII (segunda parte)

Otto Ricardo Gaytán Silva | Teatro / TEATRO GUATEMALTECO: SU HISTORIA

Anchisi de Rodríguez, Coralia, Sor Juana de Maldonado y Paz: Vida y Leyenda. Sin duda, el siglo XVII fue bastante rico en hechos teatrales, al grado que en noviembre de 1654 fueron representadas cuatro comedias, según nos cuenta Domingo Juarros en su Compendio para la Historia de la ciudad de Guatemala [I]. Lo que no nos cuenta es cuál era el tema de las obras, quiénes sus dramaturgos, directores y actores, cómo se ambientaron los escenarios para su representación, qué vestuario usaron…

Existió un fraile franciscano llamado Pedro de Cárdenas, de quien las crónicas solamente dicen que fue teólogo y dramaturgo [II]. Fray Juan de Prado es mencionado como autor de comedias para la fiesta de san Jacinto, aunque no se indica año [III].

Mural de Guillermo Grajeda Mena ubicado en el Museo del Libro Antiguo de La Antigua Guatemala. Evoca la introducción de la imprenta al país en 1660. Foto Carmen María Méndez Valdés – 2018.

Un fraile contemporáneo, el mercedario de origen español fray José Zaporta, nos aporta el dato, por demás interesante, que para celebrar la canonización de San Pedro Pascual (1673 o 75), se hizo un novenario en el que hubo «sermones, poesías, villancicos y loas de las comedias que ambientaron el certamen poético el último día» [IV]. Él estudió el libro, pero su investigación se dirigió a la historia del convento de La Merced, por lo que no se detuvo en los aspectos artísticos.

Francisco de Paula García Peláez hace una breve descripción de ese libro: «En 1673 se imprimió otro volumen en 4º de menor letra en columnas con 403 páginas que contienen nueve sermones predicados en la canonización de S. Pedro Pascassio y una dilatada relación de las fiestas hechas en ella, dispuesta por fray Roque Núñez, sugeto de vasta erudición mitológica y otras bellas artes, que emplea muchas piezas de poesía, propias y agenas» [V].

Existe un ejemplar en el Museo del Libro Antiguo de La Antigua Guatemala, el cual fue consultado por el español Zaporta, ya mencionado, pero no fue posible que nos autorizaran su lectura.

Una sala del Museo del Libro Antiguo de La Antigua Guatemala. Foto: Carmen María Méndez Valdés – 2018.

No solo los varones religiosos hacían teatro y componían comedias. Octavio Paz afirma que los conventos femeninos tenían, durante la Colonia, un papel principal en la educación de niñas que eran colocadas bajo su cuidado: «Las monjas también adiestraban a las niñas y a las adolescentes en la música, el teatro, el baile y en artes y oficios como la costura, el bordado y la cocina». El Nobel mexicano reproduce el texto de un escritor del siglo XVII que indica: «Los caballeros y vecinos envían a sus hijas a esos conventos para que las eduquen; allí se les enseña a hacer toda suerte de conservas y confituras, toda clase de obras de aguja, todas las formas y estilos de la música (…) Además, enseñan a esas niñas a representar piezas dramáticas y, para atraer a la gente, las hacen recitar, ataviadas ricamente de hombres y mujeres, breves diálogos en sus coros» [VI].

Acuarela de Caroline Salvin que representa el antiguo convento de La Concepción en el siglo XVIII. Reproducción ubicada en el Museo de sor Juana de Maldonado en La Antigua Guatemala. Foto: Otto Ricardo Gaytán Solís – 2018.

Las referencias del texto de Paz adquieren validez más allá de la Nueva España, puesto que los conventos femeninos establecidos en la Capitanía General de Guatemala pertenecían a las mismas órdenes e incluso algunos fueron fundados por monjas provenientes de allá.

Thomas Gage dedica varias líneas [VII] a la «Divina Reclusa», como la llamara más tarde Máximo Soto Hall, es decir, sor Juana de Maldonado y Paz, que nació en Santiago (La Antigua Guatemala) en 1598 y murió en 1666.

Antiguo templo del convento de La Concepción, donde profesó Juana de Maldonado y Paz, primera dramaturga centroamericana. Foto Omar Soto, 2015.

A los diecisiete años sufrió el acoso de la Inquisición, debido a que su rostro sirvió de modelo para la pintura de una santa, hecho considerado herético [VIII]. Después de haber estado un tiempo como novicia, en 1619, profesó en el convento de La Concepción tomando el nombre de sor Juana de la Concepción. Destacó en la música y la poesía. Es considerada la primera dramaturga de Guatemala y Centroamérica. Escribió la obra teatral Entretenimiento en obsequio de la Guida a Egicto (léase: Entretenimiento en obsequio de la huída a Egipto).

Una copista del siglo XIX dejó copia manuscrita de la obra, junto a otros poemas, en un Cuaderno que pertenece hoy al Museo del Libro Antiguo. La obra fue analizada por la Dra. Luz Méndez de la Vega, quien indica que al parecer fue representada dentro del convento concepcionista [IX].

Cuaderno en que copista anónima reprodujo poemas y una obra teatral adjudicada a sor Juana de Maldonado
Foto Carmen María Méndez Valdés – 2018.

En el libro La amada y perseguida sor Juana de Maldonado y Paz, Méndez de la Vega reproduce la obra, que es el texto teatral antigüeño más antiguo que se conoce hoy.

Entretenimiento en obsequio de la guida a Egicto (fragmento)

Estaba la Virgen como descansando en el camino bajo de un árbol con el Sr. Sn. José y con el niño en los brazos, Cantarán por dentro llas tres octabas primeras, después pasando por el camino un Yndio yamado Francisco con su mujer llamada Rosa, les ablarán a los Señores; después saldrán seis monjas, a ofrecerle al Niño Dios cada una algo de su vestido natural y al fin ce llevarán las monjas a todos juntos.

(…)Yegan los Yndios como de camino
Y dice la Yndia Rosa a la Virgen:
Di mi Siñora magre
quié estas aciendo siñora
no bes que estos camines
hai mucho lagrón agora
no lo cigas caminando
porque ti coje los nocha
no balla cer qui adelanto
te sucede algunos cosa,
porquie están esos camine
mui perdide trabajosa,
mijor qui te rebolbés
te bas junte con nosotro,
no le tenes descompiansa
bamonos para mi chosa
mi magrido son pormal
yo soi Catarina rosa.

Cuaderno en que copista anónima reprodujo poemas y una obra teatral adjudicada a sor Juana de Maldonado
Foto Carmen María Méndez Valdés – 2018.

Responde la Virgen:
Mucho te agradesco Rosa
tu boluntad y cariño
pero dejar no podemos
de ceguir nuestro camino
porque nos bamos hullendo
para las tierras de Egicto
pues Erodes busca ancioso
a este mi adorado niño
desesperado y furioso
solo procura destruirlo,
por eso no dilatemos
porque no corra peligro
y en pago de vuestro amor
anda llama a tu marido
y bengan juntos a ber
a Jesús Recién nacido.

Descubre la Virgen al niño, yegan los dos indios
y dice la yndia:
Hai quie bonite los niñe
bení merallo Prancisco
Merá quie linde sus ojo
parece oro sus pelito
Mirallo sus cachetillo
quié blanquite rosadite,
merá parece lucere
cual relumbro sus ojito,
dame licencio Siñora
boi a dar unos becito
agua ce me ace los boca
po besar esos boquito
ha malalla estar mi puebla
te boi hacer un sopito
para que los bas comer
en mi mano cargadito.

El yndio dice:
Hai mi vido tiene prillo
cual tiemble sus cuerpecite
no sos pesado mujer
no bes, lo ace pucherite
en lugar que bas hacer
alguno sus atolite
estas aciendo llorar
con tu pesado besite,
mijor deca para mí
voy a cargar un poquite
quesas va quedar comigue
en mi brase dormidite
vos no le tenes primor
decca para mi un poquite
voi a cortarle sus plor
y a poner en sus manite.

Cuaderno en que copista anónima reprodujo poemas y una obra teatral adjudicada a sor Juana de Maldonado
Foto Carmen María Méndez Valdés – 2018.

Yndia:
Ai quié hombra tan aburride
abardate bos prancisque
no que niñe tan linde
nunca mis ojos lo ha viste
como lo queres quitar
no bes que son tan bonite
ya te lo bamos a dar
abardallo otro ratite.

Le quita el Yndio el niño
y le dice impaciente:
Tu mujer no estas moliende
decca para mi el niñite
ya no aguante ya me muere
por tenerle abrasadite.

Baila el Yndio cargando al niño
y muy contento dice:
¡Asta quie jalle el portuna!
agora si mi vidite,
mas quié nunca voi mi puebla
por tenerte cargadite
boi a llebar al combente
de aquellos magres mongite
con eso te ban hacer
algunos tus cafecite.

Le quita al niño Sr San José y le dice:
Benga a mí el ermoso niño
ya la noche ce ba entrando
bamos Amada María
bamos, bamos caminando
pues desesperado Erodes
solo al niño anda buscando
y a todos los hinocentes
ha ceguido degollando.

Iride Rossi escribe acerca de la pieza teatral: «es teatro en movimiento. La combinación de múltiples elementos: el alto contenido significativo de las situaciones dialógicas, la música, el canto, la danza, además de los cambios escénicos, el ritmo interno de la acción y la riqueza significativa, todo ello contribuye a lograr un efecto calidoscópico que se modera con los momentos de espiritualidad. Presenta notables rasgos de modernidad» [X].

Centro comercial con mantas vinílicas ubicado en el antiguo ingreso del convento de La Concepción. El frontón fue construido en el siglo XVII, después de la muerte de Sor Juana de Maldonado. Foto: Carmen María Méndez Valdés – 2018.

Ahora bien, la autoría de sor Juana ha sido cuestionada, puesta en entredicho, pues el estudio de Méndez de la Vega, basado en un análisis estilístico, tiene la debilidad de no ser sobre un manuscrito propio de sor Juana sino una copia y los documentos que podrían confirmar o negar tal acierto, que formarían parte de los archivos concepcionistas del siglo XVII durante el periodo en que vivió sor Juana, están desaparecidos por el momento, según indica Coralia Anchisi de Rodríguez [XI].

La vida de sor Juana de Maldonado, nuestra Juana anterior a la Juana mexicana, continúa envuelta en la polémica y el misterio. Durante mucho tiempo su existencia fue negada. Ahora no se cuenta con certeza sobre su obra literaria y teatral. Es de esperarse que en el futuro aparezcan documentos que arrojen más luces al respecto. En todo caso, la vida y obra de Sor Juana de Maldonado pueden servir para una reflexión sobre la historia del arte y los vericuetos con que se escribe según las tendencias dominantes de pensamiento.


[I] Juarros, Domingo. Compendio para la Historia de la ciudad de Guatemala. p. 132

[II] Lamadrid, fray Lázaro de. “Los estudios franciscanos en La Antigua Guatemala”. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. Tomo VIII, marzo de 1942, p. 305.

[III] Chinchilla, Op. cit. p. 353

[IV] Zaporta y Pallares, José. Vida eclesial en Guatemala a fines del siglo XVII, 1683-1701. Sin datos editoriales, Guatemala 1983, p. 24.

[V] García Peláez, Op. cit., p. 264.

[VI] Paz, Octavio. Las trampas de la fe. 3a. edición. México: Fondo de Cultura Económica, 1985, pp.66 y 67.

[VII] Gage, Op. cit, pp. 28 a 30.

[VIII] Chinchilla Aguilar, Ernesto. “La vida moderna en Centroamérica”. Seminario de Integración Guatemalteca, Publicación N.º. 36. 2ª edición. Guatemala: Tipografía Nacional, 2ª edición, 1985, pp.102 y 103.

[IX] Méndez de la Vega, Luz. La amada y perseguida sor Juana de Maldonado y Paz. Guatemala : Ediciones Papiro, 2002. pp 49 y siguientes.

[X] Rossi, Iride, citada en un artículo de Marta Sandoval publicado en El Periódico el 7 de marzo de 2010. El libro de Rossi sobre monjas escritoras de la colonia, puede consultarse por internet.

[XI] Anchisi de Rodríguez, Coralia. Sor Juana de Maldonado y Paz: vida y leyenda. p. 71. Investigación disponible en internet.

Otto Ricardo Gaytán Silva

La Antigua Guatemala 1960. Obrero de la imagen en movimiento y el sonido. Trabajador de la cultura interesado en descubrir huellas diluidas de la historia y su difusión.

Teatro guatemalteco: su historia

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