-Laura Fuentes Belgrave | NARRATIVA–
Ahora estoy lavando la vajilla, pero todo lo había planeado meticulosamente; sería una velada perfecta, un poco clisé, pero inolvidable. Dispuse anturios rojos en los jarrones de la estancia, preparé la berenjena a la parmiggiana según la receta de mi abuela, traída desde Sicilia como un talismán contra el olvido, coloqué una botella de Cerasuolo di Vittoria sobre la mesa y perfumé el aire de la alcoba con bergamota y verbena. Ubiqué al azar algunas candelillas blancas con sus respectivas palmatorias labradas en bronce y puse a girar la voz de Ella Fitzgerald en el viejo tocadiscos de mama.
Me arriesgué con un vestido color durazno, de caída ligera, talle de princesa y cremallera de plebeya. El mousse de chocolate estaba listo, la música inundaba mi corazón, los tacones no me habían provocado ningún tropiezo y el timbre de la puerta finalmente sonó.
Ahí estaba el hombre cuyo deseo me estremecía bajo las sábanas de cada solitaria madrugada. Esperaba una cena breve, una amena conversación. No pareció gustarle la ensalada fresca, pero la berenjena la celebró. Yo imaginaba a mi abuela haciéndome un guiño de complicidad desde alguna lejana nube entre el cielo y el mar.
Sus besos despertaron las ínfimas lucecitas blancas que desperdigué por doquier, cuando llegamos a la cama poco quedaba en mí del vestido y mucho de un durazno maduro, más a tono con el postre que ansiábamos digerir.
En cuanto al resto de esta historia, solamente rezo porque mi abuela se haya mudado de nube y no haya podido contemplar a este hombre que en dos minutos acabó, con el apetito de cualquier mortal. Terminó roncando, sin ninguna bandera por izar, al lado de mi cuerpo desvaído, como para humillarme más.
Me levanté, saqué un viejo camisón del armario, me lo puse y me embadurné el rostro con una mascarilla de pepino. Fui a la cocina, me armé de esponja y jabón y con ellos arremetí contra los trastes de la cena. Cuando el Neanderthal despierte y me vea, estoy segura que del susto pondrá pies en polvorosa para nunca más hacer sonar el timbre de mi casa.
Este cuento fue tomado del libro Tierra breve. Antología centroamericana de minificción, del antologador Federico Hernández Aguilar, publicado en San Salvador por la Editorial Centroamericana, en 2017.
Laura Fuentes Belgrave

(Costa Rica, 19 de diciembre de 1978) es una periodista, socióloga, promotora cultural y escritora costarricense.
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