-Enrique Castellanos / ENTRE LETRAS–
Imaginemos que un día despertamos boca abajo sintiendo que un gran peso se expande en nuestra espalda, cuando intentamos levantarnos no es posible porque fuerzas invisibles nos dominan y nos devuelven a la cama, o al piso. Nos quedamos en el intento perenne. Literalmente estamos pisados, impávidos y absortos.
Pisados: (pasado de la acción de aplastar y estrujar) / Impávidos, (acción de no alterarse ante un estímulo externo) / Absortos, (acción de contemplación y perplejidad ante un presente sin salida)
Nada qué hacer. Más que aceptar la realidad. Por donde se quiera ver, esa realidad no proporciona salidas para mejorar. Algunas veces hay luces al final del túnel pero pocos tienen un túnel o construyen su túnel. La gran mayoría solo es masa que a diario despierta y anochece sin túnel todavía.
A veces se acepta por conveniencia que hay un sistema que nos domina. Es recurrente que el tema surja en alguna tertulia de café urbano. En el nivel suburbano ya es distinto, puede que surja el tema pero ya no hay café. Y en la ruralidad ni café, ni charla, ni tiempo para la abstracción. Lo concreto es lo concreto, una realidad dura, bestial, arrasadora, despiadada, feroz, triste, abrumadora, brutal, succionadora de sueños. Un llano en llamas con casas de cartón, donde viven los de abajo, donde la vida es sueño, donde no transita la esperanza, donde todo muere temprano, hasta la luz del día.
En educación popular se dice que uno de los principales problemas que tiene el mundo es la forma de concebirlo, la forma en que las representaciones del mundo llegan a nuestra cabeza, lo procesamos y lo aceptamos o no. Finalmente, paramos aceptándolo queramos o no. Tendrían que ocurrir algunas cosas y generarse algunas situaciones y en la medida de algunas circunstancias para que cada persona o colectividades estuviéramos en capacidad de analizar primero esa realidad y luego determinar si la aceptamos o no.
El problema es que el sistema de dominación nos ha vendido muy bien la forma de nuestra cabeza. Ha formado a imagen y semejanza su esencia y naturaleza. Sus relaciones sociales de dominación paran siendo tan normales y «finalmente casi siempre se aceptan».
La educación como eje de dominación no enseña a analizar la realidad. Enseña más bien a confundir, a que no se desarrollen competencias y capacidades de relacionar los fenómenos con la vida cotidiana. Y en última instancia su lógica es de hacer funcional al mismo sistema de dominación y refuncionalizarlo. Y por otro lado, opaca y neutraliza a quienes sí analizan la realidad para transformarla de acuerdo a lógicas más abarcadoras y de beneficio social con mayor equidad.
Por eso decimos que analizar la realidad supone observar críticamente, estudiar, preguntar, reflexionar, cuestionar y problematizar una situación o tema determinado. Desde la otredad, muchas educadoras y educadores sabemos que la realidad es una inmensa zona o porción abstracta que abarca muchos elementos, ámbitos o ejes; los cuales es mejor si se separan para analizarlos y luego integrar el análisis para obtener aprendizajes. Sugerimos por tanto, uno de muchos métodos.
El triple autodiagnóstico. Descomponer la realidad como totalidad, en tres ejes para profundizar en su análisis: concepción, contexto y práctica.
El método parte de puntualizar que el análisis de la realidad es un ejercicio teórico práctico que debe hacerse por las personas participantes. Individual o colectivamente y de preferencia con una o un facilitador de apoyo.
La concepción. (Forma en que se piensa el mundo, la vida, la realidad)
Este eje da cuenta de la forma en que pensamos y lo que pensamos. Refiere al análisis de la forma del pensamiento, si es consciente, crítico, adscrito, impuesto, parcializado, reflexivo, etcétera.
El contexto. (El entorno, lo que rodea)
Analiza condiciones del entorno social, político, económico, cultural, ideológico, geográfico y más recientemente los avances de la tecnología e informática. Este eje incide directamente o indirectamente en el grado de conciencia o no que se tenga de la realidad.
Práctica social. (Todo lo que se hace y la manera de hacerlo)
Refiere al cúmulo de acciones y actividades que se hacen en lo cotidiano, lo que da sentido a la existencia (se tenga conciencia o no). Acciones autómatas o conscientes en el tiempo-espacio que ha tocado vivir.
Un cuarto elemento del triple autodiagnóstico es desarrollar un análisis CCR, que equivale a establecer las coherencias, contradicciones y los retos entre los tres elementos del triple autodiagnóstico. Si se es coherente vamos hacia adelante, si hay contradicciones deben buscarse las causas y establecer los desafíos y retos para superarlas, que generalmente tiene que ver con otros procesos de mayor profundización y planes de acción para transformar lo que previamente se ha identificado como contradicciones.
Enrique Castellanos

Educador popular, promotor del desarrollo. Voluntario de cambios estructurales y utopias.
3 Commentarios
Qué bueno encontrarte en este espacio. Te cuento que estando de nuevo en Bélgica, estamos por ver con una organización de abrir una formación de Educación Popular para personas que trabajan en la cooperación internacional y en espacios de educación a la ciudadanía mundial y solidaria (así se la llama aqui a un curso que es a partir de este año obligatorio en todas las escuelas) en Bélgica. Pero también te queria compartir lo siguiente: habiendo utilizado mucho esta metodología sobre todo en talleres y formaciones sobre la temática de la (des)igualdad entre hombres y mujeres y violencia de género, le he añadido un eje más: el eje de las emociones… y funciona porque el ser humano es más emocional que racional y a partir de las emociones, logra mucho mejor racionalizar ka teoría. Si queres, te comparto esto más adelante!
Saludos!
Definitivamente el cuarto elemento CCR que complementa el triple diagnóstico sella esa práctica y comparto el comentario anterior no sin recalcar que estamos a tiempo y está en nosotros mismos convertirnos en hacedores de la misma y lograr los objetivos.
Gracias Enrique Castellanos.
Muy interesante esto del triple autodiagnóstico, una práctica que se debería inculcar desde el nivel primario de educación.. sin duda tendríamos una sociedad mucho menos dividida y mucho mas productiva. Saludos Enrique.
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