Alimentación en situaciones de emergencia

Susan Aragón Ruckwardt | Para no extinguirnos / CAMBIO DE HÁBITOS

Tras el acontecimiento de la erupción del Volcán de Fuego en Guatemala, un gran número de familias presentan una alteración del curso normal de sus vidas, quedándose con hogar y bienes destruidos, y sin recursos básicos (como alimentos, agua, energía eléctrica, entre otros). Esta realidad está desencadenando una mala alimentación y por consiguiente puede desencadenar desnutrición, o agravar enfermedades que ponen en riesgo la vida de los damnificados. El Estado tiene la obligación de velar por el derecho a la alimentación de todo ciudadano y en esta situación de emergencia, brindar una atención inmediata hacia los damnificados orientada a la salud, higiene personal, seguridad, apoyo emocional y la más importante para la sobrevivencia, la asistencia alimentaria.

Garantizar la alimentación en situaciones de emergencia es una prioridad, en especial con la población más vulnerable, quienes son los que tienen las necesidades más específicas siendo de mayor prioridad los niños y niñas menores de 5 años, mujeres embarazadas, madres lactantes, adultos mayores y personas en situación de incapacidad.

Es recomendable que, en casos de emergencia a los niños y niñas menores de 6 meses, se brinde lactancia materna exclusiva, evitando el uso de biberones, por motivos de contaminación, debido a que en el medio que se está, es más propensa la proliferación de bacterias. Se requiere el uso de agua para la preparación de las fórmulas y su esterilización adecuada. Lo cual se dificulta, debido a que en su mayoría el agua no está disponible o no es segura para su consumo.

Los niños y niñas de 1 año a 2 años deben ser alimentados en los mismos tiempos de comida al momento de alimentar a los adultos y complementar su alimentación con lactancia materna a demanda; además de proporcionarles alimentos que les aporten energía, proteínas, vitaminas y minerales que contribuyan a su estado nutricional. Y es de considerar que debiéndose a una situación de emergencia, la Lactancia Materna puede ser prolongada.

En casos de mujeres embarazadas y en período de lactancia es importante asegurar el consumo de alimentos nutritivos, para que así al alimentar a la madre, ella alimente a su hijo/a. Se aconseja el apoyo emocional a las mujeres que amamantan, y de forma oportuna enseñarles las posiciones adecuadas de amamantamiento, el buen agarre del pecho, solución de problemas tales como agrietamiento de pezones, congestión y dificultades de amamantar.

En la alimentación a adultos mayores se sugiere asignar voluntarios para que ayuden a alimentarlos y/o movilizarlos, de preferencia individualmente; además de vigilar el consumo de líquidos para evitar su deshidratación.

También se considera necesario identificar a las personas que presentan enfermedades como diabetes, hipertensión, entre otras, para prestarles atención tanto a su alimentación, como a cambios de conducta o síntomas; y si fuera necesario referir para consulta con médico.

Existen distintas maneras de poder ayudar a los damnificados del Volcán de Fuego. Una de ellas es apoyar en donar alimentos, favorablemente aquellos alimentos de alto valor nutricional, fácil preparación, buena aceptabilidad, fácil almacenamiento y transporte. Así como, los alimentos del siguiente cuadro:


Imagen principal tomada por Europa Press.

Susan Aragón Ruckwardt

Nutricionista, dispuesta a apoyar a las personas a mejorar su salud a través de la alimentación. Aprecio disfrutar de un plato de comida hecho con esmero y cariño. Amante de los postres y del mar, agradecida por toda oportunidad de superación, y en busca de ser mejor cada día, como profesional y como ser humano. Tengo el propósito de compartir lo aprendido y brindar recomendaciones que ayuden a las personas a informarse sobre alimentación y a exhortarlas a atreverse a realizar cambios positivos y cotidianos que contribuyan a su bienestar.

Cambio de hábitos

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