Roberto Ganddini | Para no extinguirnos / ESPIRAL
La rueda vuelve a girar sobre su eje, es decir que la historia se repite, no aprendemos de nuestros errores, sino al contrario, los seguimos teniendo. Me refiero a Petén, que desde muchos años ha sido asediado por diversos grupos que destruyen este pulmón de la Tierra, proporcionándonos oxígeno, no solo para nuestro país sino para el mundo entero.
Primero llegaron los taladores de madera, a destruir los bosques y a adueñarse de las tierras. Luego los ganaderos, extendiendo la frontera agrícola al mismo tiempo y terminando con un sinnúmero de especies endémicas, las cuales protegían los suelos y constituían un ecosistema perfecto para el medio ambiente.
La cuenca El Mirador es una de las más grandes que aún se conserva en Mesoamérica, comprendida entre Guatemala y México, con una extensión de 3 158 kilómetros cuadrados. El Mirador, esta impresionante arquitectura maya, que según los arqueólogos es la más importante y la de mayor tamaño que se ha descubierto, está rodeada de una inmensa cantidad de flora y fauna, donde existen bosques vírgenes, que proporcionan oxígeno y una esperanza de vida para la humanidad.
Actualmente todavía no hay un camino abierto para llegar a estas impresionantes pirámides, pero por otro lado los delincuentes ya se están posesionando de tierras para fines de narcotráfico, han provocado incendios para construir pistas de aterrizaje en las que puedan bajar a abastecerse las avionetas que transportan droga con destino al norte. Para esto necesitan de una logística muy grande y que las autoridades responsables se hagan de la vista gorda y no interfieran.
El narcotráfico no es nuevo en el Petén, desde hace varias décadas que este territorio se está utilizando como medio de abastecimiento de dichas avionetas. El mismo fenómeno se desarrolló en la laguna del Tigre, también situada en el Petén.
Lo peligroso en este hecho es que esta área de El Mirador empieza a ser destruida y naturalmente la frontera agrícola también se agranda y la ganadería ocupa el lugar de los bosques, los cuales tienden a desaparecer, creando un caos en el ecosistema del lugar.
La cuenca de El Mirador tendrá que continuar como un área protegida donde existen variedad de especies, que constituyen un acervo genético incalculable entre las zonas de Guatemala y México, así como un patrimonio cultural de la humanidad.
La zona del área de El Mirador contempla una gran variedad de bosques, por lo menos se encuentran seis tipos de bosque tropical y semitropical (entre ellos: bosques altos, bosques de ramonal, bosques de palma o huanales, bosques de tintal, pantanos humedales y zonas áridas), ecosistemas con árboles que miden hasta 40 metros de altura, y decenas de años de crecimiento.
Los delincuentes con ayuda de funcionarios corruptos quieren destruir este ecosistema, que tan necesario es para el mundo entero, con el fin de obtener sendas ganancias a costa de la vida de muchos seres humanos.
El ministro de Ambiente simplemente no conoce nada de ambiente. Se ha dedicado a convivir con empresas que destruyen el medio ambiente para obtener prebendas, entre las que se comenta mucho el uso de un helicóptero de una empresa hidroeléctrica para el día de la consulta popular, lo que demuestra el contubernio entre este ministro y las empresas que dañan el ambiente. Esto solo puede explicarse por el tráfico de influencias, debido a que el ministerio de Ambiente debe otorgar licencias a las hidroeléctricas para operar (destruir el ambiente). Quiero hacer notar que las hidroeléctricas, si se aplican técnicamente, sí son una fuente de energía alternativa, pero en Guatemala no se siguen las condiciones mínimas para resguardad ni a la población que vive en los alrededores, mucho menos el medio ambiente de la zona.
El Ministerio de Ambiente tiene que coordinar con otras instituciones como lo son la Policía, el Ejército, el Ministerio De Agricultura, Conap, etcétera, para crear un programa de protección a esta zona, que está en vías de extinción.
El Ejército de Guatemala tiene que velar por la soberanía del país, la cual está siendo invadida por el narcotráfico que opera libremente en la zona, por lo que su función tiene que enfocarse en este aspecto: exterminar la narcoactividad en todo el país, pero especialmente en El Mirador, el que, repetimos, está siendo destruido para aterrizaje de avionetas con droga.
Es necesario proteger los ecosistemas y el legado maya de la zona de Petén, no es aceptable que por unos corruptos se dañe lo que miles de años han construido tanto la naturaleza como el ser humano. La cuenca de El Mirador debe ser protegida y no importan los recursos que se inviertan, ya que esto es esencial para la sobrevivencia de la especie humana.
Fotografía principal tomada de Keteka.
Roberto Ganddini

Actualmente trabajo en la Universidad de San Carlos donde soy el Director Administrativo del Centro Universitario Metropolitano (CUM). De formación Agrónomo y con estudios en administración y Economía. Así como un diplomado de Desarrollo sostenible y prevención de desastres (FLACSO). Dentro de los diversas actividades escribo para el periódico de la Universidad de San Carlos especialmente sobre problemas de medio ambiente. Pero también de carácter social y coyuntura actual. Así como problemática interna de la USAC.
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