A propósito del 12 de octubre: kaxlanes en defensa de su raza

-Aura Cumes / RU CHUQ’A QATZI’J (LA FUERZA DE NUESTRA PALABRA)

Que ridículo se escucha cuando muchos de ustedes criollos y ladinos (o kaxlanes) le exigen a Iván Velásquez que se vaya, apelando a su extranjería. Vaya contradicción, si ustedes, los típicos criollos y ladinos, en toda la historia colonial de este país, han ADORADO lo extranjero y despreciado lo indígena. Más aún, han entregado nuestros territorios a lo largo de cinco siglos y ahora se rasgan las vestiduras, colocándose oportunistamente como víctimas de un extranjero. Pero quien más estupefacta me deja es usted, señor Gustavo Porras, un intelectual utilizando los mismos argumentos xenófobos de los niñitos acarreados por Arzú, para pedirle a Iván Velásquez que se vaya. ¿Qué más sorpresas nos tienen ustedes los kaxlanes? Será que no se dan cuenta que no tienen solvencia moral ni histórica para pedirle a un extranjero que se vaya ¿Cuándo los mayas les hemos pedido a ustedes que se vayan? Y tendríamos suficientes razones para hacerlo porque somos los legítimos dueños de estas tierras que ustedes han usurpado y gobernado. Hemos soportado por 493 años su gobierno kaxlan clientelar, amiguista y corrupto, donde solo caben algunos indígenas, que les sirven, traicionando su historia. Hemos soportado su racismo colonial con demasiada paciencia. Y para quienes no hemos tenido paciencia, hemos sido obligados a soportarlos por su látigo, sus armas asesinas y su ejército genocida.

Con un guerrillero kaxlan como usted, señor Porras, solo se confirma que al final, en este país, derecha e izquierda, con raras excepciones, son dos caras de una misma moneda. La izquierda no fue un proyecto indígena, sino un accidente en la vida de las Comunidades y de los Pueblos Indígenas. Es usted un guerrillero que apoya con ahínco al ejército genocida, a los criollos expropiadores de siempre y que con su elemental postura de echar a don Iván defiende las estructuras corruptas del actual Estado. No olvidamos que junto a otros 11 negó el genocidio en Guatemala. ¿Tendrá miedo de que se descubra su corresponsabilidad en todo ello? Las víctimas del genocidio, sino es que los Pueblos Indígenas, deberíamos de exigir cuentas por ello.

Los frutos de los Acuerdos de Paz, al estilo Arzú-Porras y compañía, crearon las condiciones para iniciar una nueva etapa de despojo, regalando el país a extranjeros y a los de siempre. La semana pasada, en un encuentro con un grupo de mujeres y hombres q’eqchi’ que luchan por defender el agua y sus pequeñas tierras en el mar de la palma africana y la rapiña de las hidroléctricas, nos narraban las represalias de las que eran objeto por rebelarse a seguir siendo mozos y seguir cargando en sus espaldas a los patrones criollos y extranjeros, que encima se niegan a pagar los miserables “salarios”. Ellos se preguntaban ¿cuándo encontraremos justicia?, ¿cuándo los gobiernos serán capaces de vernos?, a nuestros tatarabuelos los obligaron a ser mozos en las fincas de café, a nuestros abuelos en las fincas de caña de azúcar en la costa, luego vino la violencia, ahora la palma africana, nos siguen sacando de nuestras tierras, quitando nuestra agua y matándonos de hambre. Los dueños son los mismos y los mozos también somos los mismos.

Con este grupo de reflexión compartí las palabras de una mujer q’eqchi, Vioni Cholo quien dijo: “Cuando la justicia de verdad empieza a funcionar es cuando se muestra con más claridad cómo funciona el poder, cómo funcionan las mafias viejas y nuevas. Por eso, esta es una oportunidad para ver cómo se conecta la dominación colonial kaxlana con las estructuras corruptas del actual Estado. Es tiempo de abrir más los ojos, es tiempo de escuchar mejor, es tiempo de entender que el gobierno de los kaxlanes no es para nosotros, no permitamos que se sigan comiendo nuestras vidas”.

Aura Cumes

Maya Kaqchikel. Vindico el pensamiento crítico y la palabra enérgica como vehículos para poner al desnudo los poderes que dan forma a la realidad de despojo que marca la vida de las mujeres y de los Pueblos Indígenas. Asumo como principio ético político el cuestionar y desafiar toda forma de dominación. Lucho contra el racismo y el sexismo que los comprendo como problemas producidos por dos grandes sistemas de dominación fusionados en la historia de Guatemala:el colonialismo y el patriarcado.

Ru chuq’a qatzi’j (La fuerza de nuestra palabra)

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