Mirna Ramírez Pérez | Política y sociedad / HETAIRAS

El poder consiste en la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad.
Max Weber

La participación de las mujeres en instancias de poder político y la toma de decisiones es aún muy limitada, en Guatemala y en la mayoría de países en el mundo, por lo que sigue siendo inequitativo el ejercicio del poder en cualquier ámbito, ya sea en lo local, nacional e internacional.

Las mujeres como sujetos políticos carecen en la práctica de una posición de igualdad real, a pesar de los años, muchos años, de luchas que las mujeres en su diversidad han realizado en todo el mundo, en todos los ámbitos, en todas las épocas, en todos los lugares, en la oficina, en el ámbito académico, en la calle, la fábrica, la casa, la cama…

En la universidad estatal de Guatemala, la tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala, no ha habido a la fecha una rectora y, hasta el año pasado, la Asociación de Estudiantes Universitarios, logró que una mujer alcanzara la Secretaría General. Sin embargo, este «atrevimiento», desde la mirada patriarcal, le está significando múltiples complicaciones a Lenina García. La misoginia, la descalificación, la calumnia, son algunos de los muchos señalamientos que las fuerzas oscuras que secuestraron durante 17 años este espacio de representación estudiantil universitaria manifiestan continuamente.

La exacerbación de estas conductas machistas se manifestó en la Huelga de Dolores. Desde actos intimidatorios previos, hasta hechos violentos en la horas previas al desarrollo de la actividad huelguera que provocaron agresiones físicas a defensores de derechos humanos y al estudiantado, que optó por no participar debido a las amenazas del grupo sedicioso.

Cuando se afirma que la violencia es un atributo humano, que es un método para obtener un fin, estamos indicando que la violencia es racional, que siendo un acto de dominación, expresa una relación social. Entonces,

la violencia interpretada como una expresión de una relación social, es decir como un acto extremo de poder entre dos sujetos –sean estos individuales o colectivos– es algo aplicable no solamente a las acciones violentas racionalmente planificadas, con objetivos precisos, sino también a aquellos actos que son impulsados por sentimientos espontáneos de ira individual o colectivas [1].

La violencia política se ha exacerbado en contra de Lenina, una joven estudiante que está demostrando que las mujeres estamos ocupando los espacios que se nos han negado desde siempre, su lucha y su apuesta por cambiar la dirigencia en los espacios de la academia es la batalla que debemos acompañar.

Queda mucha senda por recorrer para que las mujeres que acuden a la universidad ocupen los espacios que le corresponden, no solo por ser ahora más de 50 % del estudiantado inscrito, sino porque las calidades y cualidades están dadas en este contexto histórico y social.


Fotografía principal tomada del muro de Facebook de Sandra Morán.

[1] Tiscler Visquerra, Sergio y Genaro Carnero Roque. Conflicto, violencia y teoría social. Una agenda sociológica. México, 2001. p. 16

Mirna Ramírez Pérez

Mujer, feminista, defensora de los derechos de las mujeres, tomo la palabra para denunciar este sistema opresor, patriarcal, racista, discriminatorio. Le apuesto a encontrar, de a poquitos, los resquicios para destruir ese sistema y construir el que posibilite la inclusión de todas y todos.

Hetairas

0 Commentarios

Dejar un comentario