47 mil documentos estadounidenses para la memoria Argentina

Carlos Juárez | Política y sociedad / CLANDESTINO Y ARTESANAL

Estados Unidos ha desclasificado 47 mil documentos sobre los abusos a los derechos humanos cometidos en Argentina de 1976 a 1983, uno de los últimos periodos de la dictadura del país gaucho.

El anuncio lo ha dado el Gobierno norteamericano en el marco del acto protocolar de entrega de la información, el cual ha sido nombrado como la más grande transferencia intergubernamental de documentos desclasificados.

Para la justicia latinoamericana este es un gran paso, los archivos del país del norte son un tesoro que guarda muchas esperanzas para las víctimas de delitos como las desapariciones forzadas de aquel lugar.

La entrega obedece a la «buena voluntad» de Estados Unidos, pero sobre todo a los pedidos de la justicia argentina y los oficios de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes desde el 2000 realizaron las respectivas solicitudes.

Probablemente esta es una noticia que ha pasado desapercibida en Guatemala, pero tiene un valor enorme para las familias latinoamericanas que han vivido el terror estatal en carne propia. Y es que el dolor de perder familiares a manos del Estado no conoce banderas, pues es el mismo para todos los ciudadanos del mundo.

Ese fondo documental aportará muchas luces para aquellos que continúan en búsqueda de respuestas sobre el destino de sus familiares, o por lo menos contribuirá a las investigaciones que puedan deducir responsabilidades a quienes realizaron esos actos deleznables.

Parece irónico, al mismo tiempo, que se celebre una acción estadounidense como esta, pues tuvieron que pasar muchos años para que el pueblo argentino pueda acceder a esta información, la cual, sin miedo a equivocarme, puedo deducir que era de conocimiento norteamericano casi inmediatamente que se planeaba, coordinaba y ejecutaba una desaparición forzada.

Se confirmará, sobre todo, lo que siempre hemos sabido: Estados Unidos tenía pleno conocimiento de lo que sucedía en Latinoamérica y quisieron «salvar» al hemisferio del llamado comunismo que podía provocar las y los desaparecidos de la región.

Y, por supuesto, habrá que recordar que no ha surgido de la nada la entrega de los documentos, han tenido que pasar más de 2 000 jueves de las Madres de la Plaza de Mayo, los múltiples juicios por delitos de lesa humanidad, los 129 nietos recuperados por las Abuelas de la Plaza de Mayo y muchas otras expresiones de repudio a los hechos; nada ha sido regalado.

Argentina nuevamente es un ejemplo de esfuerzos de memoria, ya que acceder a la información norteamericana es un paso enorme en la dignificación de la memoria de las víctimas de la represión estatal. Las próximas generaciones del país sudamericano contarán con mayores fuentes de información para visibilizar el horror vivido por aquellas épocas en todo el continente.

Guatemala, por su parte, continúa en la realización de sus propios esfuerzos de memoria, con una gran desventaja, como siempre, pues nunca ha existido un gobierno que se interese en el tema. Al contrario, todos los gobierons han buscado borrar de nuestra memoria las miles de víctimas del conflicto armado interno, vendiéndonos el olvido como la ruta al desarrollo.

No obstante, los procesos de justicia transicional, impulsados por las mismas familias, así como los procesos de memoria histórica continúan avanzando, el panorama adverso para los derechos humanos no detiene la convicción de los pocos que se niegan a olvidar.

Por eso, desde Guatemala celebramos la desclasificación de información gringa sobre Argentina, mandamos un abrazo fuerte a las familias gauchas y esperamos que, algún día, mayor información documental sobre nuestro país sea desclasificada por el Gobierno estadounidense, pudiendo llevar respuestas a las miles de víctimas del conflicto armado interno.


Carlos Juárez

Estudiante de leyes, aprendiz de ciudadano, enamorado de Guatemala y los derechos humanos, fanático del diálogo que busca la memoria de un país con amnesia.

Clandestino y artesanal

Un Commentario

Trudy Mercadal 25/04/2019

Tristemente, hay que ver los estragos que han estado haciendo en nuestro valiosisimo Archivo Histórico de la Policía Nacional (AHPN), reducido a lo mínimo, pronto a cerrar, sin que los medios siquiera le hagan una nota a fondo al respecto. Todo obedece a que ha sido un recurso esencial para la memoria histórica y los casos de crímenes de guerra en Guatemala. Celebro que en Argentina la situación sea diferente!

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